Distrito 14. Historia de un grupo de rock
Cine - Series / Juanma Bajo Ulloa

Distrito 14. Historia de un grupo de rock

8 / 10
J. Picatoste Verdejo — 27-02-2023
Empresa — Honey Mustard Records, Gasteizko Zinema
Fotografía — Cartel de la película

En 2008, al mismo tiempo que Sacha Gervasi realizaba “Anvil: el sueño de una banda de rock”, sobre la historia azarosa de aquel grupo de metal, en España el director de “Alas de mariposa”, “Airbag” y “Baby”, Juanma Bajo Ulloa, recibía el encargo por parte de una banda zaragozana, Distrito 14, de realizar un documental sobre su último concierto tras veinticinco años de carrera. Si bien Gervasi utilizaba un tono distinto –el humor de las peripecias del grupo canadiense frente a la nostalgia de la banda aragonesa–, hay una clara concomitancia entre una y otra obra: ambas reflejan pasión por el rock de unos músicos experimentados que no cejan en su empeño de perseguir el sueño de la música, pese a las dificultades que las circunstancias les imponen.

De hecho, que ahora hablemos de este documental-concierto, que había permanecido en el ostracismo, no deja de ser una constatación elocuente de las dificultades de visibilidad que sufren artistas que no reciben un favor multitudinario. Estrenado en 2008 en el festival de Gijón –donde el firmante de estas líneas pudo verlo por primera vez–, han pasado tres lustros antes de que pueda difundirse con normalidad –ha llegado a las plataformas Amazon Prime y Runtime–. Bajo Ulloa ha añadido una introducción que lo contextualiza.

Además de resumir la historia de Distrito 14, incluidos algunos hitos como exitosos conciertos en Cuba –sin repercusión en España–, el film nos acerca al emotivo último vals del grupo. La aparición en él de nombres como Aurora Beltrán, de Tahúres zurdos, o Enrique Bunbury, de Héroes del Silencio, en espléndidos dúos con Mariano Casanova –el vocalista y tenaz cofundador de Distrito 14–, contrasta, otra vez, con la escasa repercusión de la banda en su propio país. Quince años después, la película sigue siendo una reflexión sobre el significado relativo del éxito, pero si entonces se veía con el lamento de haber llegado tarde a la fiesta, ahora lo hacemos con la satisfacción, gracias a la película, de no habérnosla perdido del todo.

 

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