Dispararon al pianista

Aunque es recomendable en un alto porcentaje de películas no saber nada de ellas antes de verlas, hay otras, como la que nos ocupa, en las que no viene mal estar advertidos. Así, en esta segunda producción animada dirigida al alimón por el diseñador y dibujante Javier Mariscal y el cineasta Fernando Trueba, tras la alabada “Chico & Rita”, no está de más deshacer de manera preventiva cualquier malentendido que pudiera originar la forma en la que se presenta.

Por un lado, el título alude a un film clásico de François Truffaut, “Tirad sobre el pianista”, basado en una novela negra de David Goodis, y por otra la modalidad animada en la que se enmarca puede hacer pensar en una ficción sin conexión con la realidad. Y sin embargo, “Dispararon al pianista” es un documental grave sobre la desaparición del pianista brasileño Tenorio Jr, colaborador de Vinicius de Moraes, en los días previos a la dictadura argentina de mediados de los años setenta.

Sabiendo esto el espectador, quizás contaminado por el recuerdo de la hábil “Searching For Sugarman”, sobre la búsqueda (con final feliz) de Sixto Rodriguez, reprimirá el deseo de pensar que la cinta oculta un giro milagroso. Pero no, tras los colores brillantes y la belleza de las imágenes, el propio título nos impide soñar y el marco del relato revela un contexto trágico que cita al espectador con las autocracias de América Latina en la segunda mitad del siglo pasado.

A partir de la excusa argumental de un periodista que presenta un libro, seguimos su investigación pormenorizada acerca de Tenorio Jr. Ello da pie a una larga lista de entrevistas (reales, pero dibujadas) con, entre otros, personajes ilustres como Gilberto Gil o Caetano Veloso, circunstancia que convierte el film en un regalo para los fans de la música brasileña y que pueda hacerse algo fatigoso para quien no necesite tantos datos para disfrutar de un film bello en fondo y forma que hace algo tan saludable como reivindicar personajes callados por la Historia.