Echando la vista atrás, ¿cómo y por qué se pone en marcha LaFonoteca?
(Diana Cortecero) LaFonoteca nace para paliar la ausencia de información sobre música española en internet. La base de datos la pone en marcha Raúl en 2008 junto a un grupo de melómanos habituales del foro musical “Supernovapop” con el portal Allmusic como referente y motivados por la dificultad a la que se enfrentaban entonces a la hora de buscar datos sobre grupos y discos españoles, especialmente más allá de las páginas de actualidad y los últimos lanzamientos.
Habláis de la inspiración de páginas como “AllMusic”, pero al final LaFonoteca se ha convertido en bastante más que un archivo online de biografías y discografías… ¿En qué momento empieza a crecer y evolucionar?
(Diana) Ha sido una evolución natural. El principal propósito de la base de datos fue llenar un vacío que creíamos que existía en la música española y el resto de las facetas del proyecto han ido en la misma línea. Empezamos a diversificar nuestras actividades para hacer cosas que echábamos de menos o veíamos necesarias: organizar conciertos de los grupos que nosotros mismos queríamos ver, editar los discos que nos gustaría escuchar y los libros que queríamos tener.
¿Tuvisteis al principio cierto temor de que se percibiese como un simple contenedor de biografías? Porque con el tiempo creo que la web no sólo es un estupendo sitio de consulta, sino un espacio de referencia que no está sometido a las prisas de la novedad y las fechas de lanzamiento…
(Diana) De ahí también la diversificación del proyecto. Nosotros vemos LaFonoteca como un proyecto global, una plataforma para el apoyo de la música española en todas sus vertientes, y queremos ser precisamente lo que comentas: una referencia para melómanos en general y profesionales de la industria musical. En cierto modo, prescriptores…
¿Cuál es, a grandes rasgos, el funcionamiento? ¿Cómo se elige la próxima biografía que se publicará? ¿Se ha ampliado la “red” de colaboradores?
(Diana) La redacción de la web cuenta con tres o cuatro colaboradores más o menos fijos, todos ellos musicólogos o aficionados a la música con un gran bagaje de determinadas escenas. Alguno de ellos lleva en el proyecto desde los inicios e incluso han publicado libros con nosotros, como es el caso de Tomás González Lezana (experto en punk y autor de una antología del género en España), Fernando Fernández Rego (biógrafo del cantante Andrés do Barro y especializado en el panorama gallego) o Julián Molero (toda una eminencia en la música de los cincuenta y sesenta y autor de Batería, guitarra y Twist). Las biografías se van abordando en función de los criterios de estos redactores, tratando de prestar atención tanto a material histórico como a nuevos lanzamientos.
"Nuestra intención es tratar de ampliar la base de datos a medio plazo con mayor presencia de aquellos estilos sobre los que tenemos menos información actualmente: flamenco, clásica, hip-hop o trap"
Aunque en LaFonoteca no sólo hay ‘indie’, en líneas generales sí se vincula más a la escena independiente -ahí está también el doble cartel de la celebración en Moby Dick-. ¿La intención es ampliar aún más el archivo en cuanto a géneros?
(Diana) Por supuesto. No tenemos prejuicios en cuanto a los géneros, todo lo contrario. Nuestra intención es tratar de ampliar la base de datos a medio plazo con mayor presencia de aquellos estilos sobre los que tenemos menos información actualmente: flamenco, clásica, hip-hop o trap. Para ello nuestra idea es aumentar la base de colaboradores o hacer encargos concretos a periodistas especializados, pero nuestros recursos son limitados y por el momento tenemos que ir muy poco a poco.
Hace tiempo ya hablabais de la posibilidad de “abrir el melón de la música clásica”, y de hecho habéis empezado a programar un ciclo de conciertos en el Café Comercial. ¿Cómo está resultando la experiencia? ¿Os planteáis algo similar con otros estilos?
(Diana) Está siendo muy gratificante. En lo referente a la clásica vamos de la mano de Benjamín G. Rosado (comisario del ciclo y el verdadero experto en el género) y estamos aprendiendo una barbaridad en todos los sentidos. La iniciativa, llamada #TheLondonMusicNights tomando el nombre de la marca que nos apoya, trata de sacar la música clásica de teatros y auditorios para hacerla más accesible a públicos no especializados, y la verdad es que la respuesta de artistas, público y prensa no ha podido ser mejor. Sería estupendo hacer algo similar con otros estilos pero siempre acompañados de algún experto en el género que sea: no queremos pecar de “intrusismo” o impulsar planteamientos equivocados.
A la memoria que por definición está en el origen de LaFonoteca se une la voluntad de tomar el pulso de la escena con la edición de recopilatorios, empezando pronto con No te apures mamá, es sólo música pop, además de los singles del Puente Aéreo. ¿Cómo se compagina lo de bucear en el pasado con estar pendientes del momento actual y, más aún, del futuro inmediato en forma de grupos emergentes?
(Diana) Ambas facetas son compatibles. Vemos tan relevante dejar constancia de lo ocurrido en la historia musical española como ejercer de altavoz para bandas emergentes.
¿Tenéis la sensación de que todavía cuesta que la música se valore como expresión artística y no sólo como un producto de entretenimiento de consumo inmediato, y que por eso mismo la “memoria” es algo que no siempre importa lo que debería?
(Diana) Es posible. Prueba de ello puede ser que, después de 10 años de historia, LaFonoteca sigue siendo el único archivo de música española que existe en Internet. La información sobre música suele estar mucho más centrada en las novedades discográficas que en una labor de documentación.
En los últimos años también ha ido cobrando fuerza la parte vinculada a los libros. ¿Fue especialmente significativo empezar este capítulo con la reedición de Música moderna, de Fernando Márquez ‘El Zurdo’?
(Raúl Alonso) Sí que lo fue, de hecho siempre contamos que la primera búsqueda de información fallida en Internet fue la de La Mode, Paraíso… En este sentido, la posibilidad de reeditar este libro, que vino impulsada de la mano con Libros Walden, fue toda una señal.
Habéis comentado que “nacer (y crecer) en plena crisis y en una industria frecuentemente deficitaria como la cultural no ha sido fácil”… ¿Visto con perspectiva, LaFonoteca ha ido en estos 10 años más lejos de lo que podías pensar cuando se puso en marcha este proyecto?
(Raúl) Depende. Hubo un momento en el que soñábamos con millones de visitas y poder vivir de la web, algo que queda demasiado lejos. Pero por otro lado, cuando pusimos en marcha LaFonoteca tampoco pensábamos que fuéramos a organizar conciertos, producir discos, editar libros… Digamos que el proyecto ha ido creciendo de manera sana y saludable, entre el amateurismo y la profesionalidad.
No sé si tenéis la sensación de que habéis venido a llenar un hueco que, en cierta medida, debería estar cubierto desde organismos públicos u oficiales… ¿Echáis de menos un mayor apoyo en este sentido?
(Diana) En cierto modo, sí. La historia musical de un país debería ser una parte fundamental de su patrimonio cultural, pero no parece que sea una prioridad para las instituciones. En nuestro caso concreto, somos un proyecto totalmente autofinanciado y el único apoyo institucional que hemos recibido en estos diez años fue una pequeña subvención que pedimos al Ministerio de Cultura para afrontar la renovación de la página web, cuya capacidad y funcionalidades estaban al límite por la gran cantidad de datos que albergaba. Estamos muy agradecidos, pero creemos que aún queda mucho por hacer.
¿Hay alguna biografía / discografía que se os resista más de la cuenta o a la que tengáis ganas y no acaba de llegar?
(Diana) Por supuesto: en nuestra base de datos son todos los que están, pero no están todos los que son. Sin embargo, seguimos peleando para completar esos huecos: por ejemplo, en el último año conseguimos incorporar al archivo algunas biografías que llevaban años resistiéndose como la de Vainica Doble, de las que además nos declaramos rendidos fans, o Raphael.
"Hubo un momento en el que soñábamos con millones de visitas y poder vivir de la web, algo que queda demasiado lejos"
Me resulta curioso que en el top 10 del ranking 1950-2018 aparezcan cuatro discos de los años 60, cinco de los 70 y uno de los 80, y sin embargo ninguno de las tres últimas décadas. Más allá de la anécdota, ¿diríais que es un síntoma de algo?
(Raúl) Del eclecticismo imperante en la propia web, pero también de la falta de una comunidad grande y robusta que permita sacar conclusiones 100% fiables… Hay menos votos de los que nos gustaría…
A día de hoy, La Fonoteca contiene más de 1.500 biografías y 5.500 reseñas discográficas, y sin embargo cada año surgen decenas de nuevos grupos y se editan centenares de discos… Puede que “ansiedad” no sea la palabra, ¿pero no tenéis la sensación a veces de estar ante una empresa casi inabarcable?
(Diana) Lo es. Es una tarea enorme y por eso nos encantaría contar con más medios para abordarla, ampliar el número de colaboradores, hacer encargos concretos para cubrir ausencias en la base de datos, e incluso incorporar documentación audiovisual al archivo.
Y para terminar, ¿en qué proyectos estáis trabajando en LaFonoteca a corto y medio plazo?
(Diana) Ahora mismo estamos muy centrados en el ciclo de clásica y en la organización del festival para celebrar nuestro décimo aniversario en abril, y de aquí a final de año tenemos previsto editar un LP que estamos preparando, continuar con nuestra serie de singles de grupos de Madrid y Barcelona Puente Aéreo y publicar un nuevo libro en el que estamos trabajando. A medio plazo, nos encantaría abordar una segunda edición de #TheLondonMusicNights, implementar la apertura de la base de datos a nuevos géneros y estilos, y retomar varios proyectos discográficos y bibliográficos a medio cocinar que tenemos en la recámara.
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