El cineasta catalán inauguró la reciente edición del festival de Sitges con “Venus”, una historia sobre las múltiples máscaras que puede adoptar el peligro y el miedo. En esta pequeña charla, hablamos con Balagueró sobre Ester Expósito, Lovecraft, el edificio Dakota y Rosalía.
¿Qué tal el primer pase de “Venus” en Sitges? ¿Cómo se ha portado con la película el público del festival?
Fue maravilloso. La gente se divirtió muchísimo y eso se notó en la ovación final. Sobre todo a las actrices. La ovación no terminaba nunca. Me produjo una satisfacción brutal por lo importante que son para mí los actores.
Es que Ester Expósito está increíble en el papel de Lucía. ¿Cómo entra ella en el proyecto?
Fue la primera propuesta que hicimos. Enseguida pensamos en ella. Había alguna otra opción, pero el peso lo tenía ella. Se lo propusimos y le encantó.
Al final era una opción arriesgada, sabiendo que sus anteriores papeles estaban bastante alejados del fantástico…
Por supuesto. No era una actriz que tuviera un gran bagaje en el génvero. No íbamos sobre seguro, siempre hay un riesgo. La conocíamos de “Élite” y de algún papel secundario en otras películas. En todas estaba genial. Pero claro, no teníamos un antecedente claro que nos asegurara que esto saldría bien. Asumimos el riesgo y salió perfecto.
“Todas las personas que has amado están tus películas”
Tengo entendido que “Venus” está basada en un relato de Lovecraft.
Exacto. Quizás sería más exacto decir que está inspirada en algunos elementos de Lovecraft. En concreto en “Los sueños de la casa de la bruja”. Hay pinceladas del cuento pero no es una adaptación.
¿Crees que estas pinceladas de la literatura lovecraftiana pueden estar también en otros ejemplos de tu filmografía?
Es muy posible. Yo creo que el cine que uno hace es consecuencia de lo que uno ha vivido. Todas las películas que tú has amado están en lo que haces. Y no sólo hablando de películas. Hablando de todo. Todas las personas que has amado están en las películas que vas a hacer. Es fácil ver en mis películas lo que está en mi corazón y mi cabeza.
En “Venus” vuelves a un elemento también muy tuyo, tal y como vimos en “REC” o “Mientras duermes”, que es la comunidad de vecinos.
Fíjate que aquí sí que tenía un referente claro. No eran tanto mis propias películas anteriores como el edificio Dakota de Nueva York, en el que sucede “La semilla del diablo”. Me encanta la idea de este edificio que, aunque no se sabe, está lleno de brujas y de brujos. En la película están, pero hay toda una leyenda y una mitología que defiende que eso sucede en la obra porque el edificio Dakota albergaba de verdad a estas criaturas. Había casos de brujerías reales. Hay antecedentes que se pueden consultar en hemerotecas. Todo eso me fascina. Cuando estuve en Nueva York lo primero que hice fue ir a Central Park a visitar el edificio Dakota para hacer fotos.
Tanto tu última película como “Veneciafrenia”, las dos primeras películas de The Fear Collection, comparten una atmósfera festiva, hedonista y algo desenfadada.
No creo que sea algo premeditado. A mí Alex de la Iglesia me propuso hacer una película de terror. La que yo quisiera y como yo quisiera. No quería que me preocupara de nada salvo de hacer lo que yo quisiera. Es cierto que hay un tono de celebración del género. Intento que en todas mis películas haya un poco de eso. Esta es un festival. “Venus” es una película para ser celebrada. Está llena de exageraciones y de hipérboles. Queríamos que el realismo se convirtiera en algo rotundamente pop.
Puede que sea algo mío, pero creo que se puede detectar en “Venus” un diálogo con cierto cine de terror contemporáneo.
Respecto al cine de terror, me interesa cada cosa en sí misma. Soy consciente de que han surgido ciertas etiquetas como el terror elevado. Me interesan las películas. “Hereditary” y “Midsommar” me gustaron. Pero es cada historia lo que cuenta.
Aparecen canciones muy reconocibles a lo largo de la película que marcan momentos cruciales en la trama. ¿Qué escucha Jaume Balagueró en su día a día?
Soy muy ecléctico [risas]. Escucho mucho jazz desde muy pequeño. A mi padre le encanta. Me encanta el rock contundente. Ahora mismo escucho mucho a Black Stone Cherry. Estuve viendo a Iron Maiden en directo con mi hijo y nos flipó. Me gusta mucho todo. También me gusta Rosalía. Quizás me guste más “El Mal Querer” que “Motomami”, pero no por algo suyo sino mío. Es que “El Mal Querer” me fascina a muchos niveles… Por suerte o por desgracia me gusta todo. Me gusta todo y lo quiero todo.
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