La calurosa noche del 23 de agosto nos acercamos a Betanzos para alimentar el cuerpo con una de sus famosas tortillas y el alma con un concierto triple en el mítico Café Lanzós, queríamos ver a nuestros queridos Moondogs Blues Party.
Al llegar sobre las 22:30h nos recibieron el ruido de las guitarras de Javier Prado y Javi Campello y la cálida sonrisa de Cristina Corral (mujer de Javier Prado y parte fundamental del grupo), quien nada más verme me da dos cariñosos besos y me alerta: “Me alegro muchísimo de que hayáis venido, estate atenta a Javier (prado), van a anunciar algo” inmediatamente pensé en la vuelta del grupo, en un nuevo disco, en nuevas incorporaciones… pero me equivocaba.
El concierto estaba siendo potente, la iluminación colorista de la puerta de la Iglesia de Santiago a sus espaldas aportaba aún más epicidad a la pasión y el frenesí al que nos tienen acostumbrados los Moondogs. Los encuentros con caras conocidas como Iria Novo (Ex Bajista del grupo) o Adrián Lage (Ex trompetista), los abrazos y los bailes se mezclaban con los móviles grabando la ansiada vuelta a los escenarios de este sonido a blues, folk americano, soul y psicodelia.
Pasaron los temas y al fin llego el momento, Javier Prado sonrió y nos dijo: “Os voy a pedir que os acerquéis al escenario, queremos sentir vuestro calor, como siempre lo hemos sentido” e inmediatamente las cerca de cien personas que copábamos la terraza del Lanzós arropamos al grupo en semicírculo. “Queremos anunciaros algo, éste es nuestro último concierto, Moondogs Blues Party se disuelve en el año que cumplimos 10 años encima de los escenarios” el resto de sus palabras de despedida y las palabras que les dedicó a los ex integrantes, así como el último tema que tocaron los podéis ver en el vídeo que grabamos.
Y así, es como los señores despiden diez años de carrera, con clase, sin mayor ruido que el que haces encima del escenario para estremecer a la gente, tocaron el último tema con la pasión del primero, dándolo todo, disfrutando hasta la última nota, rodeados de amigos y familia, en el escenario de un local que les ayudó a darse a conocer años atrás, con otras dos bandas más por tocar y a los cuales escucharon de principio a fin (The Hellbuckers y The Lákazans) firmando vinilos de “Though The Darkness Of The Forest” , demostrando que en la gratitud y la humildad está la grandeza.
Fue al despedirnos con un abrazo, al irnos y caminar por las empedradas y oscuras calles de Betanzos cuando nos dimos cuenta del privilegio de estar ahí, de haber podido disfrutar de un concierto irrepetible de un grupo irrepetible.
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