Emanon recuerdos

A principios del nuevo siglo Ponent Mon debutó editorialmente acercándonos a España un nuevo tipo de cómic japonés que con una hábil estrategia comercial bautizaría Nouvelle Manga. En esencia, aquellos volúmenes firmados por jóvenes y desconocidos autores (y sobre todo... autoras) como Kan Takahama, Frédéric Boilet o Kiriko Nananan ofrecían una nueva ración de seinen que, de acuerdo con los tiempos, se abría a influencias europeas y se inspiraba en el cine de corte independiente para afrontar historias de corte intimista en las que el erotismo jugaba casi siempre un papel importante. La etiqueta ha caído en desuso, pero las líneas maestras perfectamente serían aplicables a este “Emanon recuerdos”. En casi todo menos en lo relativo a sus autores: tanto Shinji Kajio como Kenji Tsuruta no son precisamente unos recién llegados.

A sus 68 años Shinji Kajio es uno de los más reconocidos escritores de ciencia ficción japoneses de la actualidad, y Emanon uno de sus personajes emblemáticos. Bajo su apariencia cuasi-adolescente, Emanon guarda recuerdos del origen de las especies hasta nuestros días. Su memoria es una suerte de disco duro cuyo contenido ha ido pasando de criatura en criatura hasta terminar encerrada en el cuerpo de esta suerte de Penelope de ojos rasgados y comportamiento imprevisible. Kenji Tsuruta, que saltó a la fama a mediados de los 80 como autor de la popular “Spirit of Wonder” recuerda haber leído las historias cortas de Emanon en sus años de universitario. Lo que no imaginaba por aquel entonces es que terminaría por encargarse de dibujar al personaje en su encarnación mangaka.

“Emanon recuerdos” es en esencia la historia de un amor de juventud que duró lo que un encuentro fugaz durante un viaje en barco. No parece una idea demasiado alejada de la que plantea Richard Linklater en “Antes de amanecer” y de la de tantos otros relatos románticos (mismamente en el terreno del shojo), en este caso con la peculiaridad de la fantástica naturaleza de la protagonista. Además, se incluyen dos historietas cortas y mudas: “Los recuerdos de Emanon” (a color, y la primera vez que Tsuruta se enfrentó al personaje y le puso cara) y “Emanon vagabuda”, en la que se potencia el componente sensual de su protagonista.