Bandas Sonoras: El sonido del miedo
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Bandas Sonoras: El sonido del miedo

Xavi Sánchez Pons — 14-10-2015
Fotografía — “Assault On Precint 13” de John Carpenter

Sintes del más allá, cajas de ritmos siniestras, atmosferas de pesadilla… Tres inputs que sirven para describir la nueva ola de compositores de bandas sonoras que optan por la electrónica gélida, minimal, y por revivir un determinado sonido que era muy habitual en el cine, sobre todo el de terror, fantástico y los thrillers, de finales de los setenta y principios de los ochenta.

El tema es, ¿por qué ahora ese revival? Más allá del fenómeno “Drive”, primero porque es barato, el cine de género o de serie b casi siempre funciona con presupuestos muy ajustados, de ahí que sea pionero a la hora de contar con partituras electrónicas: una banda sonora con sintes la puede componer una persona sólo con su portátil. Y segundo por la sencilla razón de que toda una nueva generación de músicos ha crecido con las composiciones de John Carpenter, Goblin y demás, ahora accesibles a un solo click a través de Internet. A continuación repasamos el pasado y presente del género con diez ejemplos, cinco actuales y cinco clásicos.


 

 

Disasterpeace
“It Follows”

Tres el nombre de Disasterpeace se encuentra Richard Vreeland, un músico norteamericano curtido en la electrónica DIY y en las bandas sonoras para videojuegos. “It Follows” es su primera banda sonora para un largometraje, y se trata un bautismo excelente. La estupenda película de terror teen de David Gordon Mitchell le debe media vida a la partitura de Vreeland, oscura y cortante, como un John Carpenter en clave industrial. Canciones como “Doppel” dejan sin aliento.

 

 

Rob
“Maniac”

El mayor acierto de este irregular remake de “Maniac” firmado por Franck Khalfoun es sin duda su banda sonora firmada por Robin Coudert, aka Rob, producto francés de renombre, ha trabajado con Alizée y Melissa Mars, y habitual compositor de bandas sonoras. Para “Maniac” Rob se mira en el espejo del mejor Giorgio Moroder cinematográfico, el de “El precio del poder” y “American Gigolo”, añadiendo un twist morboso-tenebroso.

 

 

Umberto
“Night Has A Thousand Screams”

Matt Hill, aka Umberto, héroe de la electrónica oscura actual, se atrevió en 2012, en el marco del Glasgow Music and Film Festival, a crear una nueva banda sonora para una de las películas de terror españolas más legendarias de la historia, el slasher del valenciano Juan Piquer Simón “Mil gritos tiene la noche”. El resultado está a la altura de sus estupendos discos de estudio, una renovada partitura que otorga al filme una dimensión aún más enrarecida y terrorífica. Una sinfonía macabra de sintes y beats digitales.

 

 

Sinoia Cave
“Beyond The Black Rainbow”

Una de las cimas recientes del revival. Las imágenes de la extraña y poderosa “Beyond The Black Rainbow”, obra maestra y de culto inscrita en la sci-fi lisérgica, no serían lo mismo sin la música de Sinoia Caves, proyecto en solitario de Jeremy Schmidt (Black Mountain). Para esta BSO Schmidt bebe tanto de los Goblin de los setenta, como del Fabio Frizzi de la era Lucio Fulci, y entrega una partitura que va más allá del homenaje al dialogar con sus maestros. Sobrecogedora y llena de capas.

 

 

Jeff Grace
“Cold In July”

Jeff Grace es el compositor habitual de las películas de Jim Mickle, cineasta a tener muy en cuenta dentro del cine indie americano inscrito en el género. Y aunque en las anteriores BSO para Mickle había jugueteado con sintes y cajas de ritmos, es en “Cold In July” donde se adscribe definitivamente a la electrónica. Con un pie en el John Carpenter minimal y otro en el Jack Nitzsche más experimental (el de “Hardcore: un mundo oculto” por ejemplo), firma una música gélida y marcial que funciona de maravilla como contrapunto de esta intensa historia de venganza-ajuste de cuentas ambientada en la América profunda.

 

 

The Goblins
“Dawn Of The Dead”

Es difícil escoger solo una banda sonora de Goblin. Las elegidas podrían haber sido también “Rojo oscuro” o “Suspiria”, entre otras muchas destacadas, pero nos quedamos con la de “Zombi” por su combinación de elementos, mezcla de rock progresivo, toques electrónicos, y una utilización pionera y maravillosa de los teclados y sintes aplicados a una banda sonora de terror. Para esta BSO Goblin contó con la ayuda de Dario Argento, productor del filme, de ahí que la firmaran con otro nombre, The Goblins.

 

John Carpenter
“Assault On Precint 13”

La falta de medios agudiza el ingenio. John Carpenter hizo “Assault On The Precint 13” con muy poco dinero, y el resultado fue una película seminal que además contiene su mejor banda sonora. Reeditada en 2003 en el sello de grupo francés Air antes de que Carpenter estuviera de moda, la BSO de este atípico filme de acción, una mezcla entre “Río Bravo” y “La noche de los muertos vivientes”, es una clase maestra del menos es más aplicada a la música de cine hecha con sintetizadores. Pura magia de teclados orgánicos que ayudan a construir la atmosfera y el pathos de la historia.

 

 

Fabio Frizzi
“Zombi 2”

Otro nombre básico para entender las bandas sonoras de terror, un pionero y visionario. Compañero de generación de Goblin, Frizzi estuvo presente en la grabación de la BSO de “Profondo Rosso”, su nombre irá siempre ligado a las películas de Lucio Fulci. Compuso la música para muchas de ellas, combinando, al igual que Goblin, rock progresivo y arreglos electrónicos. “Zombie 2” es una de sus obras maestras, con esos coros macabros del más allá, marca de la casa de Frizzi, y esas cajas de ritmo líquidas. Nadie como él ha puesto banda sonora al fin de los tiempos.

 

 

Stelvio Cipriani
“Nightmare City”

He aquí un caso de un compositor clásico que también brilló cuando se pasó a los sintes. Stelvio Cipriani es uno de los grandes compositores italianos, de la quinta de Ennio Morricone (que también se pasó a los sintes en “La cosa” de Carpenter), Bruno Nicolai y Carlo Rustichelli, y en pleno 1980 se animó probar suerte con los teclados ochenteros en la banda sonora de “Nightmare City”, aka “La invasión de los zombis atómicos”, dirigida por Umberto Lenzi. El resultado es un fantástico híbrido entre lo viejo y lo que era nuevo en los ochenta, algo perfectamente plasmado en el tema central del filme.

 

 

Tangerine Dream
“Sorcerer”

Más allá de su carrera dentro del rock y la proto-electrónica, Tangerine Dream tuvieron una excelente vida paralela dentro de las bandas sonoras. Una faceta que desde hace solo unos pocos años está siendo reconocida como merece. Y es que solo hace falta escuchar temas como el enorme “Betrayal”, incluido en la BSO de “Sorcerer”, thriller y película de aventuras bigger than life, la obra maestra maldita de William Friedkin, para reconocer la influencia del grupo alemán en el actual revival de la música electrónica en el cine de género. Recomendamos también las partituras de “Thief” y “Near Dark”.

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