Poco tiene que ver el segundo trabajo de los angelinos con el revival de soul y r&b sesentero que presentaron en su debut de hace cuatro años. Fitzpatrick y cía cambian saxos por sintes y derivan su sonido hacia una indietrónica de una calidad compositiva notable, aunque sea a cambio de abandonar todo lo que hacía especial a la banda.
Desde esa nueva perspectiva y olvidándonos de lo que supuso “Pickin’ Up the Pieces”, los Fitz and the Tantrums de “More Than Just a Dream” también merecen la pena. “Fools Gold” o “The End” suenan como deberían estar sonando ahora MGMT. “Out of My League”, “Break the Walls” o “Keepin’ Your Eyes Out” son de lo mejor que ha dado el género en los últimos años, mientras que el resto del disco no se queda muy atrás a la hora de ofrecer una de las primeras bandas sonoras ideales para el verano de este año.
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