Venerados desde finales del pasado año por la siempre sospechosa prensa inglesa en base a sus primeros singles, este quinteto de Sunderland tiene todo de cara para convertirse en uno de los noveles triunfadores de la temporada en su país. Los británicos apuestan por fórmula conocida desde los tiempos de Orange Juice (no en vano produce el disco el mismísimo Edwyn Collins) o Dexy’s Midnight Runners, y actualmente trabajada por bandas como The Rumble Strips, Pete & The Pirates o Art Brut, para añadir al producto final un agradecido toque de distinción respecto a sus contemporáneos. El invento funciona durante la mayor parte del presente debut, gracias a animoso indie de guitarras, ritmo inquieto y tonadas pegadizas y desinhibidas. Acierto concretado en temas de incuestionable efectividad como “Ungruteful”, la misma “Hunger”, “Photograph”, la elegante “Fragile”, “That Postcard” o la definitiva “Don’t Look Surprised”, con el descarado vocalista Frankie Francis capitaneando el hedonista sentir de la banda. Y aunque en realidad el contenido no sea para tanto, a cambio el desparrame tiene bastante gracia. Al menos de momento.
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