El anuncio no es tan solo sorprendente por la vuelta al ruedo de un artista que, como él, ya está al borde del retiro (cuenta, el estadounidense, con 72 años). El asombro proviene, principalmente, de la concepción del disco. Sombrío y contemplativo, oscuro no solo en su sonido sino también su estética: una -irreconocible- figura se adentra en el mar, en medio de lo que parece una posible tormenta. Cabe recordar que, de hecho, su anterior disco fue el que más alto ha llegado a situarse en listas durante su larga carrera. El músico, además de haber participado en la última película de Jim Jarmusch, ha tocado recientemente en el Mad Cool y el O Son do Camiño. Parece, por tanto, seguir en forma.
El proceso creativo ha sido, según el propio Iggy Pop, de lo más íntimo:
“Este es un álbum en el que otros artistas hablan por mí, pero presto mi voz… Al final de la gira Post Pop Depression, estaba seguro de que me había librado de la inseguridad crónica que llevaba arrastrando a lo largo de toda mi vida. Pero también me sentía seco. Y sentía que quería ponerme gafas oscuras, darme la vuelta y marcharme. Quería ser libre. Sé que es una ilusión, y que la libertad es solo algo que sientes, pero he vivido mi vida hasta ahora creyendo que lo que sientes es lo que vale la pena perseguir; todo lo que necesitas – no necesariamente felicidad o amor, sino la sensación de ser libre. Así que este disco es simplemente algo que me ha pasado, y he dejado que suceda”.
Aquí tenéis el primer (y homónimo) adelanto de "Free" (Caroline International/Loma Vista, 2019). Disfrutad:
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