De momento el rapero Ja Rule, también responsable del festival, no se enfrenta a ningún cargo, y de hecho acusa a McFarland de haber robado su idea artística y de ser responsable del desastre. McFarland, por su parte, ha sido calificado de "estafador en serie" por la jueza Naomi Reice, la misma que le ha condenado a seis años de cárcel, tal y como informa BBC. La acusación había llegado a pedir entre 11 y 14 años.
Los asistentes del esperado Fyre Festival, que tuvo lugar en abril del año pasado, se gastaron hasta 50.000 dólares para un todo incluido en un festival de lujo que terminó en caos. Todo parecía estar en orden, con alojamiento cinco estrellas, fiestas en yates, comida gourmet y modelos e influencers como Bella Hadid y Kendall Jenner promocionándolo en sus redes sociales. Pero al final el todo incluido era ligeramente diferente.
El paraíso cinco estrellas derivó en un lote de tierra sin construir en el que los asistentes tenían que conformarse con tiendas de campaña de emergencia en mal estado y sándwiches con un par de lonchas de queso para comer. A ello había que sumar taquillas de seguridad sin llaves, equipajes maltratados, falta de luz e incluso que muchos de los que intentaban huir no pudieron, ya que varios vuelos fueron aplazados o cancelados siguiendo órdenes gubernamentales. Las bandas contratadas tampoco aparecieron al no haber recibido lo prometido, puesto que ninguna había cobrado. Chloe Gordon, encargada de contactar con las empresas que gestionaban los grupos, explicó en NYMag.com que no se había contratado sistema de transporte y que todo estaba por construir. El primer grupo en cancelar su asistencia fue Blink-182, al que luego se sumaron Tyga, Pusha T, Desiigner y Rae Sremmurd. Una total decepción para los que anhelaban un Coachella (aún) más exclusivo.
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