Sombras
Entrevistas / Matthew Dear

Sombras

Javier López — 08-11-2010
Fotografía — Black City

Con el álbum “Asa Breed” (2007) se consolidó como compositor avant-pop abstracto y con temas como “Dog Days” y “Mouth To Mouth” hizo lo propio en el techno, bajo su alias Audion. Matthew Dear es un hombre que no le pone puertas a la creatividad. Lo vuelve a demostrar con “Black City”, su tercer álbum de estudio. Diez temas que flotan en una oscura niebla electrónica.

Productor que va del techno al synth-pop con sus múltiples alias (Audion, False, Jabberjaw), remixer con caché (The Chemical Brothers, The XX, The Juan McLean, Hot Chip…), Dj de maneras deep y hombre de negocios al frente de sus sellos Ghostly International y Spectral Sound. Ambos son el reflejo de su doble personalidad artística. En Ghostly lo que prima es el pop electrónico y la experimentación. En él edita a nombres como School Of Seven Bells, Gold Panda o Lusine. Por su parte Spectal Sound está enfocado a la pista de baile y fue descubridor del actual guerrillero del minimal house Seth Troxler y plataforma de recomendables como Osborne, Lee Curtis y James T Cotton entre otros. Ante todo, respeto para Matthew Dear, un tipo que se ha hecho a si mismo y ha crecido a su manera, ajeno a corrientes. No es ningún académico en las disciplinas que asume, especialmente en la de cantante, pero en todas ellas tiene algo personal y distintivo. Aunque facture álbumes tan difíciles de escuchar como este “Black City”, su música atrapa a pesar de sus ‘no virtudes‘: es oscura, repetitiva, mística, saturada y mezclada de manera abrupta. Dear tiene su propia definición acerca del trabajo. “Es un disco pausado, atmosférico, nada enfocado al baile... He pasado más tiempo que nunca trabajando en cada uno de los detalles. Y, cómo decirlo… suena a antiguo. Suena fuera de un espacio y tiempo concretos”. Quizá es porque los diez cortes que forman el álbum fueron concebidos en un laxo período de tiempo. “Algunas canciones de ‘Black City’ comencé a escribirlas en 2007, y comparten espacio con algunas que hice hace apenas cuatro meses. No pensé en un concepto del disco, si no que se construyó por si mismo…”. Dear explica que “Black City” conceptualiza una metrópolis futurista que nunca duerme, algo así como Gotham City. “Aparte de esta idea, que salió a posteriori, lo que une a las canciones de este disco son las emociones”. Sus emociones más profundas. El norteamericano reconoce que cuando se sienta a hacer música (pop, no techno) libera su yo más oscuro. “Mis letras son bastante abstractas. Cantarlas y grabarlas es como una terapia. Cuando hago la música intento siempre plasmar las ideas a la primera toma. Pasa lo mismo con las letras, las creo según lo que me aporta la música al momento. Son instintivas”. En cuanto a los referentes que alimentan sus canciones, son totalmente reconocibles: Depeche Mode, Gary Numan, Can, Nitzer Ebb… “Pero sobre todo Brian Eno quien ha sido una gran inspiración en todos los aspectos, tanto a nivel de producción como a la hora de cantar”. En algunos momentos también se acerca al Beck menos accesible, por algunas líneas de bajo y similitudes vocales. “Has dado en el clavo, de hecho ‘I Can Feel’ está muy inspirada en él”. El disco tiene una sonoridad muy particular. Si algo ha pecado en ocasiones Matthew Dear es de sonar un pelín aséptico y digital en algunos de sus trabajos, pero en “Black City” consigue facturar un sonido a caballo entre los dos mundos. “Hace tiempo que mi estudio es híbrido y me gusta captar lo mejor de las herramientas analógicas y digitales. Mi corazón es Ableton Live y todos los proyectos de todos mis otros akas los secuencio allí, aunque la mezcla final la hago con Logic. Pero además en este disco he incluido instrumentos convencionales como guitarras, bajos o vientos. He usado varios sintetizadores como el Korg Polysix, Korg MS-20 o un Roland SH-101. También uso Eventide H8000 para los efectos vocales y delays. Nunca he sido un gran vocalista, soy consciente de ello, y por eso el tratamiento que le doy a mi voz es como si fuera el de un instrumento más (algo evidente en “Monkey“ o en el faraónico single de nueve minutos “Little People”). Me gusta experimentar mucho en este ámbito y captar los sonidos ambientes de los espacios en los que canto”. He oído por ahí que este disco también es un vivo reflejo de tu actitud como Dj actualmente. Te gusta pinchar lento. “No siempre me dejan, porque cuando alguien te ‘bookea’ es para que hagas bailar a la gente, pero últimamente me siento más cómodo pinchando lento y profundo, disfruto más del viaje”. En todo caso, para los que quieran chicha clubbera, pueden esperar los remixes que están preparando Mark E, Nicolas Jaar y otros de temas del álbum.

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