PANDA DE DRUGOS
EntrevistasCampag Velocet

PANDA DE DRUGOS

Redacción — 28-12-1999
Fotografía — Archivo

Malcarados, fiesteros y revoltosos, los chicos de Campag Velocet se han cubierto bien las espaldas con «BCBG» (Pias/Mastertrax, 99), un disco entre el rock, baile, el punk, el funk y lo que demonios se les ocurra. Y es que, en plena era de los hypes, siempre es de agradecer que una banda británica no pretenda darnos gato por liebre. Peores o mejores –más bien-, por lo menos las cartas de Campag Velocet están sobre la mesa. Y al descubierto. Campag Velocet son otra de esas bandas que se hacen antipáticas de tanta promesa vacía que les ha publicado la prensa inglesa. ¡La siguiente gran explosión! Encima con un disco de rock en la isla asolada por el chunda-chunda… Pero lo peor es que el disco es estupendo y da la razón a los agoreros. Naturalmente, no se sabe si serán la siguiente explosión, pero tienen casi todas las papeletas para poder permitírselo. Y ahí está Pete Voss, cantante de Campag Velocet, acentazo cockney y nuevo candidato al hombre más feo del mundo, que puede estar contento. No sólo hay ya unos cuantos que dicen que «BCBG» (Pias/Mastertrax, 99) es uno de los mejores discos del año, sino que, además, la familia de Stanley Kubrick ha decidido levantar la autocensura que el director impuso sobre «La Naranja Mecánica» en Inglaterra. Campag Velocet, un juego de palabras entre un modelo antiquísimo de motocicleta, y un término del argot nadsat utilizado por Alex y sus drugos en «La Naranja Mecánica». Una banda que juega con el nadsat, y con los chistes más o menos escatológicos de la ultraviolencia para ilustrar un mundo hermético que la juventud quiere reclamar (otra vez) como suyo, aunque ni la juventud misma lo entienda (otra vez). Punk-rock (con un ex-Brand New Heavies), funk, hip-hop, noise, post-rock, jazz y psicodelia; y un malenco joroschó, eso desde luego. Puñeteros, endiosados, revoltosos y muy orgullosos de su clase obrera. Modernos ingleses hasta la médula, vaya. «Nos están entendiendo aquí (en Londres), y en todas partes, y eso que ahora es más difícil atraer la atención sobre una banda que hace rock, porque hay más gente interesada en el dance. Lo que pasa es que también hay menos grupos haciendo rock’n’roll, y menos competencia, así que nos encontramos en medio de esa situación…» poniendo obstáculos viejos de colores nuevos, porque los trabalenguas de su buque insignia no ayudan. «Drencrom Velocet Synthemesc» son siete minutos de crescendo brutal en el que The Fall se disfrazan de Happy Mondays para llamar a la puerta de Sonic Youth. «Sé que va a haber gente que no nos entienda, porque la primera vez que me enfrenté a «La Naranja Mecánica», tampoco entendí del todo el nadsat, pero lo sugestivo era el tono que utilizaban. Ahora ya me da igual. Ahora ya conozco las palabras, pero tampoco necesitamos que se entienda a la primera, sino que por el tono, que cada uno se fabrique su disco de Campag Velocet». Aun así, sigue siendo curioso que en Inglaterra se siga traficando con copias piratas de «La Naranja Mecánica» como si fuese el decálogo más terrible de lo indecente. «Pero es que aún es una película peligrosa aquí, porque refleja muy bien la sociedad inglesa». Y a Pete Voss le gusta, y aprovecha para bordar su imagen de chico malo. «Casi todo lo compongo a partir de mis salidas nocturnas, y no sé qué pasa que casi siempre termina habiendo policía cerca, y eso que siempre me cambio de acera cuando veo uno». Tienen un carácter que encandila, aunque esté construido a base de cien clichés conocidos. «Y eso que ya no hay quien sorprenda, porque la gente sabe demasiado. A pesar de que existan siempre las mismas ecuaciones matemáticas en los clubes. Ya sabes, con rojo y amarillo no podrás esperar otra cosa que el naranja». Pues premeditado o no, lo de juntar la respiración funk con Primal Scream (no se lo digas, muerde), Jesus & Mary Chain y Mogwai se ha entendido como una de las ideas más frescas del año, junto a la publicación del primer disco de Regular Fries. «Pues no son unos tíos muy especiales y punto, que tampoco voy a hacerles publicidad». Tranquilidad, que no va a ser aquí donde nazca el nuevo duelo entre las dos nuevas sensaciones indie británicas, sino que ante el laconismo, mejor será repetir que Campag Velocet tienen una superficie árida y eléctrica, debajo de la cual hay un horno rítmico que bien merece echar un vistazo. Además, escuchar a Pete Voss explicando la razón de porqué le importa un pito que le entiendan, hace dudar sobre la veracidad de los mordiscos de la entrevista. «Normalmente suelo aprenderme canciones que me gustan, y cuando las estoy cantando, los colegas me dicen que la letra no es así. Pero es así como me mola». Chicos majos.

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