"Neurosis no es una banda negativa, en absoluto"
Entrevistas / Scott Kelly

"Neurosis no es una banda negativa, en absoluto"

David Sabaté — 14-03-2014
Fotografía — Edu Tuset

Ritual Cvlt Bcn celebró el pasado 14 de febrero su segunda fiesta. Una fecha curiosa, teniendo en cuenta la naturaleza de la propuesta; y es que ni Jarboe, artista principal de la anterior cita, ni Scott Kelly, protagonista de esta noche, encajarían ni remotamente en la órbita de cualquier estereotipada celebración dedicada a cierta idea del amor. Más bien encarnan la antítesis de cualquier cliché y convención social. La música que sonó esa noche, crepuscular y nostálgica, mínima pero rica, desasosegante pero bella, es la mejor prueba de ello. Aunque antes de las notas, como es costumbre en Ritual Cvlt Bcn, fue el turno de las palabras.

Rodeados por unas ochenta personas, Scott Kelly y los miembros de su proyecto The Road Home, Greg Dale y Noah Landis (tripulante, asimismo, de su banda nodriza Neurosis), se sentaron junto a nosotros en un banco a apenas un metro de los asistentes para abrirse como es realmente extraño que suceda; de hecho, es bien conocido el rechazo sistemático de Kelly a conceder entrevistas de cualquier tipo, realidad que convirtió la experiencia en doblemente excepcional.

La conversación arrancó alrededor de temas como la luz y el optimismo, conceptos aparentemente lejanos al universo de Scott Kelly y Neurosis. Sólo aparentemente. Para empezar, "The Forgiven Ghost in Me”, el nuevo disco en solitario del compositor, que presentaban esta noche, contiene las canciones más positivas que el músico ha escrito hasta la fecha. (Scott Kelly): "Sí, desde luego. Creo que a medida que sobrevives y avanzas en la vida, empiezas a aprender lecciones; y las que yo he aprendido en los últimos años tienen que ver con sacar de mi vida a la gente mierdosa y a mantener dentro a la buena, a invertir mi tiempo y esfuerzo en la gente a la que quiero y en no dejar entrar a la gente venenosa, a ser más consciente de mí mismo y de mi camino en la vida, tanto espiritual como emocionalmente. También tiene que ver con la sobriedad; llevo trece años sobrio y los primeros ocho de éstos los pasé enmendando el daño que hice durante los treinta y tres primeros años de mi vida”. En este mismo sentido, el músico niega que su carrera en solitario le sirva para canalizar emociones más amables que con su banda principal. "No, para nada. Neurosis no es una banda negativa, en absoluto. Sólo es nuestra realidad”. (Noah Landis): “Neurosis trata sobre encontrar la luz a través de la oscuridad de la vida, y ése es un objetivo constante: tratar de expresar este viaje a través de la música, y del modo en que nosotros hemos elegido hacerlo desde el principio, tratando de ser lo más honestos, sinceros y puros que podemos a través de nuestros instrumentos. Es como una canalización”. (Scott Kelly): "Para nosotros es como encender un fuego con nada, de partir el cielo en dos, de mover montañas... Neurosis es y ha sido durante mucho tiempo una fuerza autónoma. Es algo que escapa a nuestro control y que funciona todo el tiempo, y nosotros sencillamente somos sus espectadores. Resulta muy difícil explicarlo de cualquier otro modo; no hay forma de decir, sencillamente, "uno y uno suman dos", porque en este caso no es así. De hecho, en Neurosis uno y uno siempre han sumado tres. Si tiene algún sentido para ti, entonces entiendes lo que quiero decir, y si no, entonces no sé qué decirte... (ríe)”.

Sin duda, el lado luminoso de la música de Neurosis es algo que escapa a la percepción del gran público, aunque ellos lo ven de otra forma. (Kelly): "Mira a tu alrededor, observa nuestras vidas, el mundo de hoy, mira qué es lo que hemos creado... ¿Dónde está la luz? ¿Qué es luz? Honestamente, yo no veo ninguna. La veo en los ojos de mis hijos cuando son jóvenes, pero a medida que van creciendo veo como se va apagando, transformándose en algo distinto. Lo mismo que nos ocurre a todos”. (Landis): "Ruido. Cambios en el ruido. Pasamos nuestras vidas en este mundo ruidoso, con una mente ruidosa tratando de ver con claridad. Y ése es el conflicto eterno, ¿no es así? Lo que tratamos de hacer con nuestra música es ver con claridad, y explicarlo de algún modo a través del sonido”. El proyecto en solitario de Scott sigue esa misma línea conceptual y existencial de Neurosis, como si estuviéramos ante diferentes perspectivas de un mismo tema. "Sí. Creo que soy un creador compulsivo y en este momento de mi vida sencillamente no puedo parar: tengo tres bandas y estoy muy comprometido con las tres, todas expresan algo que me resulta de vital importancia expresar. Este proyecto me resulta verdaderamente especial, hemos puesto en él toda nuestra alma; hay mucha comprensión recíproca y somos capaces de verter todo eso en las canciones".

En ese momento parafraseamos a Jarboe, que en la primera fiesta de Ritual Cvlt BCN habló, precisamente, de su colaboración con Neurosis. La cantante afirmó, textualmente: "Hubo una conexión totalmente fraternal, realmente como si fuéramos hermanos. Nos entendimos al instante. Neurosis es la única banda con la que me siento yo misma”. Y añadió que, gracias a ellos, recuperó su fe en el rock’n’roll. (Kelly): "Eso es genial... Ése es mi disco favorito de Neurosis con diferencia, porque en él no tengo que escucharme a mí mismo cantando (risas generalizadas). Es un disco que escucharía y la manera como lo hicimos fue única... Ella tiene muchísimo talento, va más allá de lo intenso. Su energía, su forma de actuar, su concentración, su pasión... Son inmensas. No colaboramos con alguien a menos que todos estemos al mismo nivel; de modo que me alegro de que ella se sintiera parte de ello, porque nosotros sentimos que ella lo era".

Inevitablemente hablamos también del artista y tatuador Jondix, del que Kelly es cliente y amigo, y cuyas obras cubrían las paredes de la sala: “Podría estar mirando sus ilustraciones durante horas. Es arte para meditar, y para ello no necesito nada más. Jondix es excepcional, su obra se comunica directamente con el centro de mi cerebro y de mi corazón. Jondix es una de esas personas que marcó instantáneamente la diferencia en mi vida. Se ha labrado un camino espiritual que le ha llevado a encontrarse un centro para sí mismo; algo que yo siempre he ansiado y buscado, porque tiendo a ser culo de mal asiento”.

Tras la intensa y prolongada charla, que prosiguió con interesantes intervenciones del público (podéis leer la transcripción íntegra de la mesa redonda a continuación en castellano e inglés) llegaron los conciertos. Musicalmente abrió la velada Otus, nuevo proyecto de Juan, cantante y principal compositor de Aathma. Sólo con su guitarra y un micrófono, defendió dignamente su material en solitario. Mostró buenas ideas y canciones, pero el formato, desnudo y de consistencia intermitente, evidenció una ligera falta de rodaje para aguantar sólo todo un set. Aún así, el estilo y la naturaleza de la propuesta resultaron ideales para generar el ambiente necesario. Sus principales argumentos: unas canciones intimistas, minimales y melancólicas, inspiradas fundamentalmente en el folk pero con toques psicodélicos aportados por pedales de efectos y loopers.

Lo de Scott Kelly, minutos después, fue increíble: una puesta en escena casual y sobria, muy poco teatral pero muy sentida, amparada por las obras de Jondix, artista gráfico y amigo personal del propio Kelly, que le acababa de aportar el indiscutible toque místico que impregna la música del músico, tanto en solitario como en el seno de Neurosis. El carisma y la habilidad de los músicos Noah Landis y Greg Dale, que conforman The Road Home, su banda de acompañamiento, contribuyeron a generar rápidamente la atmósfera deseada, consiguiendo un tono que transportó a todos los presentes hasta los planos desérticos de una América primigenia, arenosa e inóspita, e induciéndonos a un estado de tránsito propio de las alucinaciones producidas por el exceso de calor.

Las luces anaranjadas y las calaveras de las paredes contribuyeron a reforzar el ambiente cálido y febril que corresponde a los westerns ácidos, resonando aún en nuestras cabezas las últimas palabras de Scott en la mesa rodona: "El desierto es un lugar fantástico". El repertorio, evidentemente centrado en su último lanzamiento, era consistente pero suficientemente variado como para mantener la atención del público a lo largo de una especia de ensoñación dulce, conducida por la voz de barítono de nuestro ilustre invitado, repleta de honestidad y sentimiento.

Noah y Greg, a su vez, aportaron un punto de interés sonoro del que adoleció Scott en su anterior visita, aún huyendo de la búsqueda de protagonismo alguno, vistiendo las canciones con arreglos esquemáticos y contenidos, en un ejercicio conjunto de madurez artística. No faltaron los bises -incluída una versión de Townes Van Zandt, “Tecumseh Valley”- tras la sonora ovación que sucedió a la actuación. Y es que, en palabras de Juan Domínguez de Otus, la banda telonera, que había sido testigo de la actuación de Scott Kelly en Madrid el día anterior: “Se nota que hoy el ambiente de Ritual Cvlt ha facilitado que los artistas se hayan dejado ir y hayan dado más de sí mismos; ayer estaban mucho más fríos y distantes”. De los mejores y más especiales conciertos vistos en meses.

Un comentario
  1. Neurosis es una bandaza de cojones.

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