Diamante en bruto
Entrevistas / My Brightest Diamond

Diamante en bruto

Jordi Nopca — 07-02-2008
Fotografía — Archivo

Es una de las anomalías más sanas de la escena underground norteamericana, y su propuesta requiere gusto por el detalle. Shara Worden, la persona que se esconde tras My Brightest Diamond, demuestra tener las cosas claras con “Bring Me The Workhorse” (Asthmatic / Touch Me), un disco que no merece pasar desapercibido.

“Uno de mis primeros recuerdos es el de entrar con mi madre en la sala de conciertos donde debía tocar el órgano esa misma noche. Debía tener dos años, o un poco más, y me impresionó muchísimo”, nos cuenta Shara Worden sobre su vinculación con la música desde prácticamente siempre: hija de un acordeonista y una teclista de Ypsilanti (Michigan), a Worden le regalaron su primer tocadiscos cuando cumplió cinco años, con el cual hacía sonar los elepés de Michael Jackson y Prince –por citar dos de sus all time favourites–. Estudió ópera en la University Of North Texas, pero no fue hasta que se mudó a Nueva York que no descubrió que podía aplicar sus conocimientos musicales (básicamente en música clásica) a la escena local underground (cita a Nina Nastasia y Anthony Hegarty). Su primer grupo fue AwRY –con el que publicó dos discos– pretendía, al igual que su nombre indica, “eliminar fronteras genéricas entre un estilo y otro”. “Con AwRY quería hacer música vanguardista, desde los márgenes. Cuando empecé My Brightest Diamond decidí cambiar esta orientación por canciones más cercanas a la música pop”.

"Estoy intentando que el próximo disco sea más equilibrado emocionalmente, pero eso no se verá hasta el final".

De ahí salió “Bring Me The Workhorse”, debut excelente que supuso –para unos pocos– un descubrimiento muy recomendable, que, parafraseando una de sus canciones, “Something Of An End”, suena “bello y a la vez terrible”, hecho que nos remite al concepto romántico de lo sublime (todo aquello que nos fascina pero a la vez nos horroriza). La música que escribe Worden es sencillamente preciosa (escuchad “Gone Away” o “Dragonfly”), pero bajo la capa musical perfecta se esconden letras bastante perturbadoras. “La mayoría de canciones nacieron en un momento difícil para mí. Estoy intentando que el próximo disco sea más equilibrado emocionalmente, pero eso no se verá hasta el final…”. De momento podemos disfrutar del primer disco de My Brightest Diamond, que Shara ubica entre “el impresionismo de Debussy y la intensidad emocional de Jeff Buckley”.

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