LA NUEVA CLASE ALTA
Entrevistas / Meteosat

LA NUEVA CLASE ALTA

Redacción — 09-05-2000
Fotografía — Archivo

METEOSAT SON CINCO JOVENZUELOS PIJOS, DESPREOCUPADOS Y CON FLEQUILLO. SE LO PASAN BOMBA, O AL MENOS ESO PARECE, MIENTRAS DAN FORMA A TONADILLAS CHISPEANTES Y EFECTIVAS DIRECTAMENTE INSPIRADAS EN EL TECNO OCHENTERO Y EL POP - TAMBIÉN PIJO, TAMBIÉN PUNK- DE LA MOVIDA MADRILEÑA. ASÍ QUE DIVIÉRTANSE.

La Vía Láctea es una de las salas míticas del madrileño barrio de Malasaña. Allí pinchan cada fin de semana Borja (teclados) y Diana (Voz y tablas de gimnasia). Allí hemos quedado para charlar. Los cinco Meteosat -sumen a los dos anteriores a Edu (guitarra y voz), Verónica (voz) y Nacho (teclados)- han decidido aprovechar el factor campo y jugar en casa. Hacen bien, claro, aunque para defender “Espunk!” (Universal, 00) no es necesario el arropo de la -creciente, todo hay que decirlo- afición. Es un disco tan poco original como divertido; tan intrascendente como funcional. Una recopilación de grandes éxitos de ayer en la que presencia y ausencia de memoria se convierten en principales aliadas. Por un lado, hará que los modernos treintañeros que tiñeron su pelo en la transición sientan ganas de bruñir otra vez sus buggis y, por otro, devastará neuronas y corazones entre los jovencitos que, tiernos y todavía en flor, hace unas horas decoraban sus carpetas con Spice Girls y Ricky Martin. Sólo por su desvergüenza y por su excepcional trabajo de campo (devenido en hurto y expolio de los logros de Eduardo Benavente, Fernando Márquez, Olvido Gara, Servando Carballar o Poch) ya tienen mérito. Lo tienen tan claro que apenas se defienden. “¿Dar a esta gente parte de nuestros royalties?... je, je... realmente les estamos dando royalties porque vamos a ponerles de moda otra vez”, asegura Nacho. “No estaría mal darles algo, aunque creo que con lo suyo tienen de sobra” matiza Edu; “Los grupos buenos –apúntese el adjetivo- siempre han sido grandes plagiadores, grandes pastiches musicales. Todos los grandes –quede constancia del epíteto, por favor- grupos de la historia deberían haber cedido royalties” concluye Borja. Pero no nos equivoquemos, “Espunk!” además de entretenido y por momentos (“Haloperidol”, “Mi Novio Es Bakala”, “Extraño Ser”, “Metal S.A.”) magnífico, es un disco milagroso. Y lo es porque ha servido para que uno de los rockeros más reputados de nuestro país, el enemigo Fino Oyonarte, se haya implicado hasta el tuétano en un proyecto en principio situado en sus antípodas. Borja habla de sinergias. “Creo que a Fino le hemos hecho un gran favor nosotros. Le hemos dado una nueva marcha que no conocía y él nos ha dado a nosotros todo lo que sabe, que es mucho. Tiene una parte muy pop que todavía no había desarrollado y que creo que ha desahogado con nosotros”. Sin duda el trabajo del bajista de Los Enemigos (que ya había producido “Super 8” de Los Planetas y “Hulahop” de Mercromina) es una de las claves para comprender el importante salto cualitativo de Meteosat desde aquel “Los Idiomas Vivientes”, primerizo single rosa editado por Elefant hace un par de años. Verónica y Edu lo saben. “Ha logrado muchas cosas, por ejemplo que la batería de Chema Pérez –también enemigo- suene como una batería de Meteosat. El noventa y cinco por ciento del disco, para lo bueno y para lo malo, es la producción”. El caso es que ya están preparados para comerse el mundo. Parapetados tras la inmensa infraestructura multinacional de Universal, hacen borrón y cuenta nueva, sin olvidar nunca sus anteriores experiencias corporativas. Recuerdan encantados, el accidentado episodio de la no edición de “Mundo De Metal”, su primer single para RCA. “Es sencillo de explicar. Te coge un sello, luego no le gustas, y te echan. Sacan el single, pero no lo veíamos en las tiendas. Pero cuando les dijimos que queríamos sacarlo en nuestro sello, nos contestaron que habían destruido la tirada y la habían utilizado para reciclar”. Y, conscientes del suelo que pisan, parecen también preparados para cualquier revés cortesía de la industria. “Queríamos que saliera el disco y el disco ya está ahí. En Universal ya no entramos a ciegas porque teníamos la experiencia anterior. Desde luego que les cuesta entender cosas nuestras y a nosotros cosas suyas, pero creo que de momento están funcionando bien. ¿Haber seguido con Elefant? No porque cuando salimos de RCA nos dijeron que no les interesaba”. ¿Actitud o pose? ¿Arrogancia o candidez? No soy quién para dar respuestas, pero me sorprende que en el momento de hablar de su supuesta filiación punk, su discurso se volviera más titubeante. No sé muy bien a qué atribuirlo, pero sus declaraciones pierden fuelle al intentar fijar su pertenencia o no a la tribu de los imperdibles. “Si que podemos tener un ideario punk... nooo... a lo mejor como conjunto de lo que pensamos cada uno... porque sólo la mezcla de nosotros cinco ya es bastante punk... bastante revolucionario”. Según avanzaba la frase, la voz de Diana disminuía en volumen. Eso sí, cuando tocó poner a parir a la Tuna, todos se pelearon por el turno de palabra. Así cualquiera...

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