La eterna promesa
Entrevistas / Idlewild

La eterna promesa

Eduardo Ponte — 16-01-2003
Fotografía — Archivo

Hace cuatro años, Idlewild se metieron de cabeza en el cajón de los grupos que están bien, pero que tampoco parece que vayan a llegar muy lejos. Ahora son famosos, incluso en Estados Unidos, y “The Remote Part” (Parlophone/EMI, 02) les va a ayudar a serlo aún más. Tal vez tanto como no pudieron conseguir Gene.

Encima, Idlewild son un buen grupo de pop. Un single como “You Held the World In Your Arms” no es fruto de la casualidad, sino de la constancia y de su capacidad de evolución. No hace tanto, en 1998, andaban todavía trasteando -con la agitación que da la edad- influencias de más de media década atrás. Roddy Woomble (cantante) apunta a estos referentes en relación al dulce momento que vive el grupo en Norteamérica. “Creo que la diferencia con otras bandas británicas es que nuestras raíces musicales están en el punk-rock y el indie-rock americanos. También parece que encuentran en nosotros cosas que no pueden encontrar en bandas americanas, como una cierta actitud a la hora de tocar. Ayuda tener una trayectoria en la que hemos ido creciendo y haciendo cada vez mejor las cosas, coincide con su manera anticuada de ver las cosas”. Sus primeros discos parecen ahora exactamente lo que son, cosa del pasado y de un período que seguro vivieron con intensidad, pero que dejaba cal y arena a partes iguales.

“Llevamos seis años en esto y no nos importa una mierda lo que la gente piense de nosotros”

La autocrítica es importante en estas ocasiones, casi tanto como la voluntad de superarse. “Teníamos dieciocho años cuando hicimos nuestro primer disco. A esa edad tienes ganas de emborracharte, no de meterte en un estudio a grabar un disco. En nuestros primeros álbumes hay fórmulas que utilizaríamos posteriormente. También hay momentos con encanto y canciones que resisten el paso del tiempo, como ´When I Argue I See Shapes´. Pero, cuando estás varios años en un grupo, evolucionas y te conviertes en algo diferente. Tocamos ´When I Argue I See Shapes´ mucho mejor actualmente, aprendimos grabándola y no creo que haya que enterrar la versión de ´Hope Is Important´ (EMI, 98)... tal vez ahora la grabaríamos mejor, pero no puedes cambiar las cosas”. ¿Cuál es la diferencia, entonces? ¿Qué ha llevado a Idlewild desde el indie-rock hasta un trabajado disco de pop como “The Remote Part”, cuyo barniz comercial acude lo mismo a Sugar que a Ash o a Morrissey? Bueno, en el camino estuvieron “100 Broken Windows” (00) y sobre todo Dave Eringa (productor de Manic Street Preachers, Lowgold o 3 Colours Red), gran amigo de la banda y el hombre que ha sacado de Idlewild su mejor cara y les ha ayudado a convertir las guitarras con melodías de fondo en melodías con guitarras de fondo. “Estoy totalmente de acuerdo con esa definición. Hay mucha más instrumentación ahora, porque es aburrido trabajar siempre con guitarra, bajo y batería. Algunos antiguos fans rechazan el material actual, pero la banda es así ahora, no puede ser de otra manera”. Lo curioso de todo esto es que no era Dave Eringa el productor inicial del disco. Era Stephen Street (mayormente conocido por su trabajo con Morrissey y los Smiths) y aunque quedaría muy vistoso afirmar que Idlewild abandonaron a éste por aquél, la cosa no fue exactamente así. Según Roddy, la culpa en realidad la tuvo, por bizarro que suene, Lenny Kaye. El brazo derecho de Patti Smith pasó unos días con los escoceses en un estudio de Nueva York en lo que fue una curiosa experiencia de ésas que se les ocurren a las empresas que tienen demasiado dinero (en este caso EMI). Las seis jornadas que compartieron con el veterano guitarrista cambiaron, sobre todo en lo referente a la calidad de las composiciones, la visión que Idlewild tenían de un trabajo que ya estaba grabado. A partir de ahí, vuelta a empezar, a escribir nuevas canciones y a darles la forma definitiva con Eringa, permitiéndose el lujo de tirar a la basura casi todo el trabajo de Stephen Street. “No tuvo nada que ver con Stephen. Es un buen tipo, simplemente era el momento equivocado de grabar el disco”. Habrá que hacerles caso, porque varias de las canciones de “The Remote Part” hablan por sí solas, y en un inglés irónicamente bastante poco americano. A la citada “You Held The World In Your Arms” le siguen muy de cerca “I Never Wanted” y “Out Of Routine”, aunque a alguien se le haya ocurrido -seguramente por motivos ajenos a la calidad de las canciones- lanzar “American English” como segundo single en UK y primero en España. “El único single importante de un álbum es el primero, porque anticipa el contenido del álbum y es el que utilizan las emisoras de radio. Por eso elegimos ´You Held The World In Your Arms´, que es una excelente introducción al disco”. Sí, una introducción que les ayudará a vender muchos discos, casi tantos como camisetas venderán gracias a la muy británica frase que incluyen en las notas del disco. “Support your local poet”, apoya a tu poeta local. El suyo es Edwin Morgan, el nuestro no. Aunque igual si fuésemos escoceses lo sería.

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