INYECCIÓN DE ADRENALINA
Entrevistas / The Black Halos

INYECCIÓN DE ADRENALINA

Aritza Basterretxea — 22-05-2001
Fotografía — Archivo

EN LA INDUSTRIA MUSICAL HAY CIENTOS DE GRUPOS QUE NO ESTUVIERON EN EL LUGAR ADECUADO A LA HORA PREVISTA, Y TRAS AÑOS DE BUENAS CANCIONES, BUENOS DISCOS Y EN OCASIONES HASTA BUENAS CRÍTICAS, CAEN EN EL PROFUNDO FOSO DE LA FRUSTRACIÓN Y ABANDONAN. COMIENZA AQUÍ LA NECROFILIA FEROZ DE ´FANS DE TODA LA VIDA´ QUE JURAN QUE AMABAN A LA BANDA DE TURNO. LOS CANADIENSES THE BLACK HALOS, A BASE DE TESÓN, TRABAJO, CABEZONERÍA Y UN EXTRAORDINARIO SEGUNDO ÁLBUM, "THE VIOLENT YEARS" (SUB POP/EL DIABLO, 01) VIENEN PARA PULVERIZAR LOS TÓPICOS ROCKEROS.

El primer gran obstáculo para el quinteto punk rocker fue su procedencia. Vale, Canadá está en la frontera con Estados Unidos y ha parido a mitos vivientes del rock, como Neil Young, Leonard Cohen o The Band, pero hoy por hoy, la industria musical canadiense tiene sus propios héroes y sus propias reglas, como nos explica Rich Jones, guitarrista y fundador de la banda. "Musicalmente, Canadá suele estar por detrás del resto del mundo, así como las bandas que se hacen famosas allí. Hay muchas bandas canadienses que llenan pabellones allí y cuando cruzan la frontera de Estados Unidos, ¡casi no pueden llenar un club! Como nosotros no éramos una ´banda de rock alternativo de la radio´ no fuimos tomados en serio en Canadá hasta que vieron el reconocimiento hacia nosotros en los Estados Unidos e Inglaterra. Las cosas cambiaron mucho a partir de que "The Violent Years" saliese en Canadá. Ahora nos radian y nos ponen bastantes videos en MuchMusic, que es como la MTV de allí". Segundo pero: su música. Parece contradictorio, pero reivindicar en estos tiempos el legado de Johnny Thunders, MC5, Hanoi Rocks o los Dead Boys es poco menos que ir a un museo de arqueología. The Black Halos se formaron en plena explosión del grunge, por lo que eran demasiado clásicos para encajar en la escena de moda, y demasiado enérgicos y poderosos para impactar a una generación un poco anestesiada por los conflictos existenciales que toda esa hornada de grupos procedentes de los escenarios de Seattle y los despachos de New York habían provocado en sus miserables vidas.

"En último lugar, las bandas sólo sobrevivirán si son buenas, independientemente de las modas o del momento en el que estén"

Si a esto unimos el inesperado éxito del manufacturado punk de Green Day y Offspring a mediados de los noventa, ¿qué futuro les quedaba a nuestros protagonistas? "Pienso que, cuando una banda se hace famosa, las multinacionales se aprovechan para firmar con miles de bandas que suenen como ellas, sean buenas o malas. Creo que Green Day de alguna manera abanderó la explosión punk de principios de los noventa, pero no pienso que fuera necesariamente malo, ya que allanó el camino para cosas como el Warped Tour. En último lugar, las bandas sólo sobrevivirán si son buenas, independientemente de las modas o del momento en el que estén". Tras un gran trabajo de promoción en directo por Estados unidos en el que cambiaron su nombre hasta el definitivo e incluso de formación varias veces (hasta llegar a la actual: Rich Jones, Billy Hopeless, Jay Millette, Rob Zgaljic y Matt Camirand), obtuvieron su recompensa de la manera más paradójica posible, firmando por el sello grunge por antonomasia, Sub Pop, y editando su debut homónimo. "Cuando firmamos con Sub Pop hace unos pocos años, todavía seguía siendo el ´sello grunge´, por lo que nosotros éramos la banda rara del lote. Ha sido bueno ver al sello cambiar y desarrollarse en los dos últimos años hasta el punto de que muchas de mis bandas favoritas se han convertido en compañeros de sello. Creo que hay muchas grandes bandas en Sub Pop y nos sentimos afortunados de formar parte de él!". Llegamos a su esperanzador presente con la publicación de "The Violent Years", una docena de soberbias canciones, producida -paradoja otra vez- por el popular productor Jack Endino, uno de los popes del mencionado grunge. Sin inventar nada, pero con mucha energía y con la infalible presencia de numerosos himnos punk rockers ´de esos de los de antes´ (guitarras rabiosas, estribillos pegadizos, coros taberneros...), The Black Halos logran sonar clásicos en el mejor de los sentidos. "Gracias. Eso es exactamente lo que buscábamos. Queríamos que sonase muy clásico, pero capturando la energía en directo de la banda. Lo cool de Jack Endino es que es un tío muy rockero, y nos dejó grabar una gran parte del disco en directo en el estudio. Eso fue lo que definitivamente nos ayudó a capturar la urgencia y energía que perseguíamos, por lo que estamos muy orgullosos del resultado". Tras haber tocado junto a lo mejorcito de la escena rockera americana, ahora es cuando empiezan a recoger los frutos de una carrera plagada de dificultades, de furgonetas cutres en medio de ninguna parte y de incomprensión. Y es cuando nos viene a la memoria el reverso de la moneda, los injustamente ignorados D-Generation, compañeros de estilo e imagen, que sucumbieron mucho antes de lo previsto. "Creo que si realmente quieres tener algún éxito tocando este tipo de música, debes querer luchar por lo que estás haciendo. Nos hemos encontrado con que debíamos probar nuestra valía a la gente antes de ser tomados en serio y muchas veces eso es demasiado trabajo para muchas bandas. D Generation fue una de mis bandas favoritas, pero parecía que no querían meterse en una furgoneta, girar y forjarse un nombre. Veo que ocurre una y otra vez con muchas bandas, no giran, no lo pelean y se separan frustradas. Nosotros siempre hemos creído en trabajar duro y girar todo lo posible, hacerlo nosotros mismos. Definitivamente, hay una audiencia punk-rock ahí fuera, mientras que las bandas quieran salir y tocar para ellos". Ahora es el momento de dar el salto a Europa. La Europa de la escena escandinava y las audiencias enloquecidas -según su acertada intuición- que será testigo de su -esperemos- arrollador directo.

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