Bueno días, pereza
Entrevistas / Colleen

Bueno días, pereza

Albert Alcoz — 05-05-2005
Fotografía — Archivo

Cécile Schott cautivó a más de uno con esa preciosidad sonora llamada “Everyone Alive Wants Answers”. Dos años después de ese elogio a los samples miniaturistas de cadencias ensoñadoras, llega su esperada continuación: “The Golden Morning Breaks” (Leaf/Discmedi), un sencillo tratado de cuidadosa instrumentación proclive a una calma luminosa. Podrás comprobarlo en directo este 5 de mayo en Madrid en el Club Low (Sala Ya´sta).

Desde París y vía email Cécile explica detenidamente sus inicios en el mundo de la música, para tratar de desvelar su capacidad para sintetizar sentimientos indefinibles mediante composiciones instrumentales. “Vengo de un pasado pop, hice música por primera vez con una guitarra cuando tenía quince años y no creo que un músico pueda olvidar cómo empezó. Después de unos cuantos años empecé a cansarme del pop”. “Bruscamente en 1995 descubrí la existencia del sampling, pero me llevó unos cuantos años más poner mis manos en un ordenador y empezar a trabajar con muestras sonoras. Esto fue posible porqué me mudé a París y pude coger de préstamo cientos de discos de las bibliotecas públicas”. Su álbum, editado en el sello discográfico inglés Leaf, sorprendió hasta convertirse en uno de los debut más sugerentes de ese año, justamente apreciado por el público. “Yo no diría que mi música es el reflejo de mi vida, pero es verdad que el siguiente año a la publicación del primer disco fue un año lleno de felicidad y excitación. Tuve mucha suerte de que fuera entendido y disfrutado por los críticos e, incluso más importante, por el público. He recibido muchos mails de gente a la que le encantó el disco, y no creo que haya nada más gratificante para un músico”.

"Vengo de un pasado pop, hice música por primera vez con una guitarra cuando tenía quince años"

La perfección de los sonidos que manipuló para su primera grabación y el hecho de que fueran extraídos de otros CD´s, le llevaron a plantearse cuestiones como la apropiación para la realización de su segundo álbum. Los directos de presentación de su primera grabación precipitaron su retorno a los instrumentos acústicos. “Por encima de todo empecé a tocar en directo y desde un principio supe que no quería hacer un concierto con laptop. Esto me llevó a utilizar instrumentos otra vez, así que desarrollé una completa obsesión para aprender a tocar todo tipo de instrumentos”. Ahora los toca, grabándolos y procesándolos todos por ella misma, dando como resultado una música que no parte de la yuxtaposición de música clásica con música electrónica, como hacen sus compatriotas Riow Arai o Rob Ellis dentro de Leaf. “No creo que haya mezclado nunca electrónica con música clásica, ya que incluso no creo que éstos sean elementos importantes en mi música. Cuando sólo trabajaba con samples, lo hacía a partir de instrumentos acústicos, muy a menudo fuera de la escena clásica, y nunca he sampleado música electrónica. Mi primer disco fue básicamente música acústica editada en un ordenador. También es así en mi segundo álbum, con la diferencia de que ahora yo toco todos los instrumentos sin usar otras muestras. Es una gran diferencia pero no lo es tanto respecto al resultado final”. “The Golden Morning Breaks” es una grabación optimista que toma su título de una pieza del compositor inglés del siglo XVI John Dowland: “Es un tipo de himno a la alegría de vivir, sobre el principio de un nuevo día, y pensé que sería un buen título”. Un título para definir un disco cuya música no permite etiquetas: “No escribo canciones pop, mi música es demasiado melódica para ser considerada experimental, demasiado rica para ser considerada minimal, tampoco es electrónica, ni clásica porqué no he sido enseñada a la manera clásica, tampoco es jazz ni improvisación, no intento imitar músicas de otras tradiciones porqué sería grotesco… así que no sería capaz de etiquetar mi música”. Una visita a Madrid a principios de Mayo, con motivo de la celebración del segundo aniversario del programa de radio La Noche Inventada, será una gran oportunidad para dejarse encantar por los sonidos de Colleen. A largo plazo su futuro resulta clarividente. “Ya estoy pensando en el tercer álbum, por el que tengo planes muy ambiciosos en términos de instrumentación, pero no quiero decir demasiado sobre ello en caso de que al final no salga adelante. Y claro continúo pasando mucho tiempo practicando con mis instrumentos, últimamente con el piano y el clarinete. Aunque no sea parte de un proyecto particular, es definitivamente parte de un proyecto mayor que es intentar crear la música que puedo escuchar en mi mente”.

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