“Los malos viajes están infravalorados”
Entrevistas / Blanco Palamera

“Los malos viajes están infravalorados”

Álex Jerez — 03-03-2022
Fotografía — Archivo

Manu y Xoán vuelven con “INTIMIDADE” (Raso Estudio, 22) tras superar, como todos nosotros, unos años de pandemia que frenaron la expansión de Blanco Palamera en seco. Este segundo álbum supone un gran colapso emocional con el que explorar todas esas secuelas y esa locura que llegó para quedarse a partir del confinamiento.

Con su segundo disco Blanco Palamera han decidido ser más libres que nunca y tomarse la vida con mucha calma. Han aprendido a valorar a los suyos, a llenarse de amor propio y a no forzar nada que no surja de una evolución natural por parte del grupo.

Han comenzado una nueva pelea puño a puño con ellos mismos y la victoria siempre será para la música. Siguen explorando sus raíces, potenciando esa mezcla de géneros que les han convertido en uno de los proyectos más interesantes de la industria actual. Son muy conscientes de su posición en el mercado y lo único que quieren es experimentar para seguir creciendo. Hablamos con la banda en una cafetería del centro de Madrid para que nos expliquen un poco más cómo están viviendo este nuevo renacer y analicen este gran viaje que supone para ellos.

¿Cómo afrontáis este disco? Este nuevo viaje psicodélico que comenzáis con “Ven a verte”.
Xoán: Estamos muy contentos la verdad, ha sido mucho tiempo de trabajo y fue un proceso así bastante arduo de gestionar para nosotros. Con muchas ganas y felices de lo que hemos conseguido.
Manu: Cuando llegó “Ven a verte” nos dimos cuenta de hacia dónde iba todo esto, hacia dónde queríamos dirigir el disco. Nos dimos nuestro espacio para hacer música más dispersa y poder tomarnos el tiempo que hiciera falta hasta dentro de una propia canción en sí. Decidimos ir con calma y eso fue también un trabajo nuestro muy guapo. No tener prisa, que no es que la tengamos normalmente.
Xoán: Pero sí, justo esa canción no tiene prisa de nada.

"A dónde vamos no lo sabemos, pero de dónde venimos sí y todo el camino que llevamos recorrido se plasma bastante en este LP"

¿Y en ese momento teníais claro hacia dónde caminar con el segundo álbum?
Manu: Yo es que creo que salió súper orgánico todo. De hecho, si hace dos años o tres hubiéramos pensado en cómo iba a ser el segundo disco no habría sido así porque no queríamos volver a estar encerrados. Pero bueno, lo tuvimos que estar vaya. Queríamos escapar un poco de eso, al menos en la primera parte de crear las canciones, no tener que estar esclavos del ordenador. Pero bueno, vino el confinamiento y no quedó otra.
Xoán: Sí, fue un poco en ese momento cuando también el concepto general del disco salió a luz. Ese momento de encontrarse con uno mismo y de rebuscar en los adentros. Todo eso nos llevó un poco a ver desde dónde veníamos como grupo. A dónde vamos no lo sabemos, pero de dónde venimos sí y todo el camino que llevamos recorrido se plasma bastante en este LP.
Manu: Sí, yo creo que nos encontramos con el concepto de poder trabajar solo mandándonos cosas por ordenadores y dijimos pues vale. Sabemos que este es el concepto, que queremos ser súper orgánicos, súper free y no estar siempre en cajitas. Pero tuvimos que hacer ese proceso desde el ordenador, así que fue bastante heavy.
¿Se empezó a componer en Santiago, no?
Manu: Sí, aunque hay temas que tienen tres años, recogimos también semillitas que había puestas.

¿Y cómo fueron esas maquetas iniciales de las canciones? Porque algunas evolucionan de una forma increíble. Hay momentos en el que en la propia escucha ves la libertad que tienen y cómo se va construyendo la canción a sí misma poco a poco.
Xoán: Eran como más orgánicas, las más tocadas fueron como las primeras que eran las que teníamos guardadas. Al final pues bueno siempre son demos y como que hasta el último momento la canción no se termina. Cada día va pillando un color diferente y ya una vez que está grabado todo, una vez que entras en la mesa, hasta ahí te cambia el tema otra vez. Fue una evolución muy natural, las demos nos fliparon desde el principio y vimos que tenían potencial.

Sois muy detallistas con las canciones, pero algunas de ellas tienen hasta puro espíritu de improvisación y slow jam.
Manu: Lo guapo de ese tipo de canción, por ejemplo la que cierra el disco, fue que seguramente fue la primera que compusimos. Entonces, esa por cabezonería nos empeñamos en poder grabarla en directo y esa fue la primera canción que grabamos en directo en nuestra vida, brutal. Jugar a la vez con temas que es puro ordenador y con otros que es puro tocado; para nosotros es la clave y es un poco lo que somos.
Xoán: Sí, además aunque le demos muchas vueltas a las cosas creemos mucho en la inmediatez, en la improvisación. Lo que te sale cuando te sale en cada momento. Siempre la base de la que partimos es algo súper como primario al final y ya luego le vamos sumando cosas.

"Nos veo en un momento súper creativo y aprendiendo mogollón con todo lo que estamos trabajando"

Hay temas que van hacia sonoridades de synth-pop mucho más comercial, pero que evolucionan hacia canciones mucho más complejas. Hay referencias a sonidos setenteros, saltos a una electrónica más contemporánea…
Manu: Sí, al final es que desde que estamos tocando juntos, que ya van diez años y es una puta locura, hemos pasado por muchos sitios. Pero a lo que volvemos tocando ya sin buscarlo, de forma orgánica, es a todas esas partes de lo que fuimos tocando y lo que fuimos siendo. Entonces, yo creo que eso a veces vuelve aunque no lo hagamos inconscientemente. De hecho, yo creo que no trabajamos mucho buscando que suene a algo determinado. Probamos y probamos.
Xoán: Por ejemplo, en relación a eso de grabar un tema en directo como comentábamos antes. Manu y yo cuando éramos chavales nos subíamos al local y estábamos tocando todo el día, gritando, llorando, tirándonos encima de la bate… Y siempre era como buah tenemos que hacer esto. Y claro, de repente ahora tenemos la oportunidad, tenemos un tema en directo que es un sueño para nosotros. Entonces está guay eso, lo que hablábamos de las raíces que fuimos subconscientemente recogiendo un poco en el camino.

Yo recuerdo que con el primer álbum siempre hacían referencia a vosotros como un grupo que había logrado recuperar y hacer suyo un sonido muy clásico.
Manu: Sí, nos molan los clásicos, por algo son clásicos. Al final como músico también, o cualquier disciplina, haces el trabajo de joder por qué esta persona me sigue gustando hoy en día y la escuchaba con quince años. O por qué esta otra consigue tocar tanto a la peña en algún momento. Haces ese trabajo para intentar entender.

Bueno y cómo veis ahora “Promesas” con distancia.
Xoán: A mí me mola mucho recordarlo y escucharlo de vez en cuando. Lo seguimos tocando.
Manu: Con mucho cariño, ya solo hay cariño la verdad. Igual que con este que acabamos como muy saturados y al principio no queríamos saber nada de él. Con el primero fue igual y ahora con el tiempo lo ves como algo muy bonito.

Bueno y con este segundo también habéis tenido un tiempo de margen para soltar un poco.
Manu: Sí, la verdad que ahora estamos en el mood de no parar. No es que paráramos de forma consciente, pero sí que nos vaciamos un poco. Y yo creo que ahora tenemos muchísimo más que decir.
Xoán: Nos veo en un momento súper creativo y aprendiendo mogollón con todo lo que estamos trabajando. Y con ganas de seguir experimentando y ver hacia dónde nos llega este camino.

¿Y habéis sentido presión buscando la confirmación como grupo?
Xoán: Yo la verdad es que no tío, me lo tomo como otro paso más del camino. Este es otro álbum y ojalá uno más de los miles que haya. Hay que sacar todo lo que tenemos dentro para afuera.
Manu: Y el esfuerzo que hagamos en todo momento va a ser siempre el que nos represente en el momento en el que estamos y yo creo que este disco lo hace.

Sigue habiendo mucho amor universal en las letras, pero vais un paso más allá a nivel de temas muy personales y crudos. Habladme un poco de la inspiración para este segundo LP.
Xoán: Está enamorado el chaval (ja, ja, ja)
Manu: De la vida… Yo creo que esta vez a lo mejor no se aprecia de una forma muy inmediata, pero realmente creo que todo nace de cuando nos vimos encerrados. Veníamos trabajando conceptos de cara a cómo tocar todo. Pero, las letras salieron mucho de estar en casa con nuestra familia. Rollo por qué cojones estoy puto loco y qué está pasando aquí. Intentar entender todo eso. Que al final, no sé, se están proyectando muchas cosas en las canciones que pueden doler a saco. Pero, creo que es terapéutico tratarlas así, echarlas para fuera. Viene mucho de mirarse a saco y de la locura a nivel vital.
Xoán: Creo que hay letras muy puras, de puro sentimiento, de corazón, de verdad.
Manu: Y todo lleva al amor, aunque sea un poco hippy esa mierda. Queremos vivir así, con el amor por delante.
Xoán: Hasta habla del amor con uno mismo, que hay que darse.

"Cuando te dicen algo, te meten en un saco y te dicen pues eres esto. Al final terminas haciendo todo lo contrario"

El disco al final es una completa inmersión, un trance total. Empiezas en esa psicodelia y cuando terminas no sabes si es un viaje bueno o malo. Pasas por momentos muy bonitos, pero también por mucha mierda.
Manu: Es que los malos viajes están infravalorados yo creo. Siempre se sale más fuerte de un mal viaje aunque sea a la larga. Lo pasas mal, pero igual te hacía falta un poquito de espabila chaval. Entonces sí, yo creo que esa es un poco la movida. Hay partes muy chungas, pero luego sales y dices bueno estoy aquí, ya pasó lo malo.
Xoán: Los malos viajes son purificadores.

Bueno, y sigue habiendo un rollito muy funky también por ahí en vuestra forma de tocar.
Xoán: Yo creo que hay mucha influencia del groove que estuvimos tocando estos últimos años físicamente. Por donde nos estaba llevando nuestro corazón a la hora de tocar cosas así con más power, con más fuerza, baile… Queríamos estar activos, repartir alegría. Al final todo nos nace de la música, el folklore, la percusión… En la vida todo es ritmo.
Manu: Queríamos escapar de la situación que estábamos pasando. Lo veíamos todo negro y había que animar la cosa. Levantar el tema, aunque fuera para nosotros. Y al final el groove es una movida que llevamos investigando mucho tiempo y que seguiremos investigando porque sin palabras ya te está generando algo. Eso para mí tiene un valor increíble.

Lo que os habéis escapado es muy bien de esta ola ochentera que se ha comido a todos.
Manu: Yo creo que de lo que hemos escapado más es de la etiqueta de chill… (ja, ja, ja). Pero igual es por jugar un poco más a la contra. Cuando te dicen algo, te meten en un saco y te dicen pues eres esto. Al final terminas haciendo todo lo contrario.
Xoán: Pero hasta inconscientemente, lo vemos y decimos qué dices de chill tío… Que luego somos chill que flipas en realidad, pero bueno hay días también en los que te levantas y estás de mala hostia (ja, ja, ja).

¿Y como músico se puede ser verdaderamente tan libre en España como me decís que queréis serlo?
Xoán: Poder yo creo que se puede, pero no es fácil. Yo creo que es un camino personal que hay que ir recorriendo hasta poder indagar en lo más profundo de ti sin esperanzas, porque no hay fin. Es un trabajo y un entrenamiento lo de conseguir ser libre. Porque, muchas veces como que te ciernes a ciertas movidas inconscientemente y de repente escuchas una jam y dices aquí estamos fluyendo a saco. Así que poder se puede, pero es un trabajo que lleva tiempo.
Manu: Y primero como persona. De todas maneras, yo creo que la gente no es tonta y que cuando escucha música se da cuenta de lo que está escuchando. Sea lo que sea. Si alguien escucha algo puro y que alguien lo ha hecho con cierta libertad yo creo que lo siente así.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.