"Nunca he intentado que la música que hago fuera difícil de escuchar"
Entrevistas / Black Yaya

"Nunca he intentado que la música que hago fuera difícil de escuchar"

Jorge Obón — 27-04-2015
Fotografía — Archivo

Vuelven la dulzura y la elegancia de David Ivar (Herman Dune, alias Yaya) para hablar sobre desastres cotidianos. “Black Yaya” es una pequeña recopilación de influencias clásicas rock y folk grabadas con el gusto de los que hoy consiguen grabar gran pop. Son historias ajenas de amor, pero también de las ganas que hay a veces de matar al vecino para sentirse en paz. Ha grabado el álbum prácticamente en solitario, garantizando, paradójicamente una divertida heterogeneidad que huye de las últimas complicaciones líricas de Herman Dune para brindarnos una mezcla oxigenante del desparpajo de Jonathan Richman mezclado con la concisión de Chuck Prophet. Un lujo.

Habrá sido una coincidencia, pero el disco salió cuando nos enteramos del fallecimiento de Leonard Nimoy, y vaya homenaje involuntario que te has marcado en la portada, ¿no?

David Ivar: No es una observación nada tonta. Leonard Nimoy dijo que apareció un día con el saludo vulcaniano porque cuando era niño solía ir al templo, y con ese gesto era bendecido allí. Por eso eligió el famoso saludo, nadie lo sabía en Star Trek, pero esa es la razón por la que lo hizo, porque era un recuerdo de su infancia que terminó transformándose en el saludo vulcaniano. Cuando estaba haciendo la portada con el fotógrafo, me dijo que además de expresarme con el rostro, lo podría hacer con las manos, que no dudara en usar las manos para expresar algo que fuera profundo, y recordé también la bendición que se hace en el templo, pero también vi una exposición en la que había pinturas religiosas y me encontré de nuevo con el gesto de la bendición, y por eso lo hice. La coincidencia y el sincronismo con la muerte de Leonard Nimoy el día de la publicación del disco fue completamente casual, pero tengo que decir que me encantaba. Cuando era niño y me ponía malo, me quedaba en casa viendo Star Trek, y tengo un gran recuerdo de Spock.

Vamos con lo que hay dentro del disco ahora. Usando un título de Nick Cave, no se puede decir que el álbum sea un nuevo “Murder Ballads”, pero de alguna manera lo es, porque tienes varias canciones que hablan de asesinatos o de la necesidad de cometerlos, ¿tiene eso alguna relación con que ahora hayas dejado de ser solo “Yaya” y seas “Black”?

Desde luego, estas historias son interesantes porque expresan sentimientos en canciones. Cuando examinas esas historias, son cosas que no te han ocurrido a ti necesariamente, sino que se plantean personajes y situaciones para expresar sentimientos que tienes. Creo que esa es la única manera que hay para hacer canciones que importen de alguna manera, y que lleguen a conectar durante un tiempo con lo que sientes de verdad. Si estás un poco cabreado o si quieres expresar que tienes miedo, que ahora te asuste la vida, y quieres encontrar una historia que traduzca de alguna manera ese sentimiento, está bien hacerlo así.

Estoy tratando de entender el disco, ¿cuál es el sentimiento más importante para ti, que ahora estás escribiendo sobre historias que no te han ocurrido a ti, o los argumentos y los acontecimientos que estás relatando?

No lo sé, quiero decir, me encanta escribir canciones, y creo que la opción de la que más he usado es escribir sobre mí mismo, simplemente, escribir sobre mí mismo de una manera que espero que fuera más universal, usándome a mí mismo como un punto de vista. Mi punto de vista estaría basado en mi experiencia, y todavía va de eso la cosa, pero haciendo referencia ahora a imágenes externas. Sería como si en vez de decir, “para ya, quiero dejarte, lo nuestro ha acabado”, contara la historia de dos personas que se alejan. No es que estuviera escribiendo una novela, todavía hago canciones, pero ahora creo que puedo expresar más sentimientos de esta manera.

Es curioso que si un novelista habla de cosas como el asesinato, nadie sospecha que pretenda matar a alguien, pero si se compone una canción sobre lo mismo, te llueven las preguntas sobre tus intenciones.

Creo que eso es porque se percibe algo muy genuino en la voz que canta una canción. Cuando cantas estás haciendo algo muy primario. Entendemos la voz humana de un cantante como algo muy auténtico, y a veces es difícil distinguir la voz que canta una canción de la voz de la persona que hay detrás. Alguien que me canta a mí tiene siempre algo mágico y revela el alma de la persona. Cuando alguien canta, suele parecer que pone el corazón en ello, y quieres creer que eso le ocurre al cantante. Cuando estaba en el instituto escuchaba canciones que contaban historias y viajes, y mientras que estaba en Dinamarca, podía viajar a Japón o donde sea. Creía que los que escribían las canciones habían estado allí, pero nunca lo habían hecho, solo se lo habían inventado, pero no hacía que las canciones fueran peores, porque el sentimiento estaba ahí.

Bueno, es la diferencia entre lo verdadero y lo verosímil, sobre todo para una generación que ha crecido con “Star Wars”, por ejemplo.

Y yo creo que es verdad lo que cuentan.

Por otra parte, este puede que sea tu disco más fácil de escuchar de todos, ¿qué piensas de esta afirmación, cuándo te has dado cuenta de esto?

Nunca he intentado que la música que hago fuera difícil de escuchar, y si te soy sincero tampoco me he planteado demasiado lo fácil o difícil que es escuchar lo que hago, y en cualquier caso, quiero hacer algo que importe para mí, y la cosa irá bien si consigo que además quieras escuchar lo que hago.

Pero las canciones de Herman Dune se estaban haciendo un poco dylanianas, con muchas estrofas, mientras que ahora te has concentrado en el concepto tradicional de la canción pop y rock.

Sí, ahora lo entiendo y estoy completamente de acuerdo. Es algo que va y viene. A veces quiero escribir canciones que tengan quince estrofas, y otras veces no. Para este disco las canciones eran muy concisas, y me gustan de esa manera.

“Gimme A Gun” me ha llamado mucho la atención, como si Jonathan Richman o The Modern Lovers hubieran compuesto “Hey Joe”…

¡Eso mola! Adoro a Jonathan Richman, es como un ángel. Es una persona muy espiritual que lo da todo y escribe canciones hermosas, así que no puedo tomarme esto nunca de mala manera. No sé, me encantaría que fuera así.

En “Gimme A Gun”, en “Glad Tidings” y en unas cuantas más, hay venganza, ¿por qué?

Es un sentimiento en el que estaba muy interesado. Probablemente venga de algún lugar muy dentro de mí, y probablemente se trataba de satisfacer mi estado de ánimo. No significa que quiera hacer esas cosas, pero…

¿Te has sentido cabreado últimamente?

Me resultaba relajante escribir estas cosas. No se trata necesariamente de cabreo y amargura. A veces hay cosas que puedes expresar y cosas que no, pero el hecho de escribir canciones siempre hace que algunos sentimientos se transformen en algo mejor. Si pudiera decirlo así, no sé si fue rabia o algo de frustración…

Déjame que te lo plantee de otra manera. No voy a proponerte que estas canciones sean terapéuticas, pero cuando escucho el disco y conecto con lo que dices, a veces me parece que es una buena sublimación para no salir a la calle y chillar o pegar cuatro tiros.

Pues seguramente hay algo de eso, pero que yo recuerde, de vez en cuando he escrito canciones de esta manera. Las canciones vienen a ti más a menudo de un lugar doloroso. Me gusta escribirlas y me gusta cantarlas porque me siento fenomenal, pero sí, es cierto que muchas canciones nacen de la melancolía, la tristeza, el cabreo. Es algo que puedes rebajar muy bien escribiendo. Escribir estas cosas hace que todo esté bien.

¿Y cómo te sientes después de ese viaje emocional cuando llegas a cantarlo delante de la audiencia de los países que no son angloparlantes?

Hace décadas que la gente escucha canciones con letra, aunque no les preocupe demasiado lo que dicen, pero no pienses que eso pasa en Dinamarca o en España, eso ocurre incluso en Inglaterra o en Estados Unidos. Hay mucha gente que te confiesa que no presta atención a las letras. No tiene nada que ver con el país en el que estés, y lo entiendo. A veces escucho música que viene de Brasil, y me encanta. Entiendo lo que quiere decir una melodía, y otra vez, la voz humana es un vehículo muy importante para transmitir emociones, a veces incluso más con el sonido que con las palabras.

Viendo las canciones en tu web, veo que aparece “Paint A Smile On Me” que sin embargo no aparece en el álbum, ¿por qué, qué pasó, creías que no funcionaba en el disco o es que te has querido dejar fuera la canción más bailable del paquete?

No la puse porque tenía una luz distinta, porque tenía una producción diferente…

Perdona que te interrumpa, “Save Them Little Children”, con la que termina el disco, también es distinta a las demás.

Esa es la historia que te quería contar. Quería que el álbum terminara con esa canción, que es un poco larga. Cuando grabas un disco pero además eres el compositor y el intérprete, hay un punto en el proceso en el que eres tu propio director, y es cuando decides cómo va a ir el tracklist. Es casi como montar una película, y tratas de saber cómo va a resultar el viaje para quien lo escuche. Es probablemente el único momento en el que de verdad piensas en los oyentes. No quería ninguna otra canción larga, sino que fuera un álbum corto que termina con esta canción, y “Paint A Smile On Me” no encajaba en ese escenario, pero si lo compras en vinilo, incluyo una versión de la canción. He hecho un vídeo y una remezcla realizada por Yuksek que se acompaña junto a mi versión, que es más larga y groovy, y se presentan en un 7’’ que se incluye con el vinilo. Quería que estuviera ahí, pero que fuera separada. No le encontraba sitio en el CD. Cuando era niño, solían incluir una canción después de 20 minutos de silencio, pero es aburrido porque nunca la encuentras, y luego si te quedas dormido, te vas a despertar con una sensación desagradable. No quería eso, prefería la opción del 7’’. Puedes tenerla en formato digital, si lo compras así, y se incluye como un bonus track. Vamos, que quería que los capítulos fueran cortos en general en el disco.

No sé muy bien cómo preguntarte por el sonido del disco, porque me ha sorprendido mucho. Cada canción tiene un sonido y un estilo diferente, casi se diría que es de un artista distinto, y sin embargo, el álbum al completo resulta teniendo una clarísima unidad.

Yo he tocado todos los instrumentos y lo he hecho todo y, ¿sabes qué? Cuando lo haces tú mismo, el resultado siempre termina yendo en más direcciones distintas. No tengo que ponerme de acuerdo con nadie sobre ninguno de los detalles. Cuando toco con más gente, siempre hay que llegar a acuerdos, por si va a ser de esta u otra manera, y hay que llegar a algún sitio en el que todo el mundo sienta que se está haciendo lo acertado; pero cuando eres solo tú, no importa si en esta canción quiero tocar una guitarra fuzz, si quiero tocar una Stratocaster, o si en esta otra canción meto los coros que me dé la gana. De alguna manera, tú sabes dónde vas, o al menos tienes libertad para probar lo que quieras en cualquier momento. No es como si contrataras a un músico que tocara el saxo y que siempre estuviera pensando dónde lucirse. En cada paso de la producción sabía lo que realmente me importaba sobre una canción. Por ejemplo, en “Save Them Little Children”, quería conseguir una canción larga en la que tocara la batería aunque nunca llegaran a entrar del todo excepto en algunos momentos muy concretos de la canción. Es algo que no creo que le hubiera podido explicar bien a un batería porque no debo decirle lo que tiene que hacer. Sin embargo en esta ocasión, yo era el batería, y sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Para otras canciones como “Gimme A Gun”, grabé un montón de instrumentos y después los quité. La canción se estaba haciendo demasiado larga y había que quitar muchas cosas. Es algo que no hubiera hecho con una banda porque me hubiera sentido mal de que alguien viniera a grabar algo y luego lo quitara, pero si soy yo, puedo ser más severo con lo que hago, y si tardo cinco horas en grabar un solo, no hay problema.

Llevas mucho tiempo grabando discos, ya no somos tan jóvenes como cuando nos vimos por primera vez, y sin embargo, apareces en 2015 con uno de tus mejores discos. Aunque haya algunos ejemplos, la mayor parte de los músicos que nos gustan no mejoran con la edad.

Una de las cosas buenas de ser el tipo de cantante que soy, es que la voz se va haciendo mejor con los años. Es una de las pocas cosas que se hace mejor, voy ganando experiencia y se hace más profunda. Eso es bueno, pero es algo que pasa con algunos de mis héroes. Si escuchas a Willie Nelson, los últimos discos son los mejores. Los cantantes, que aparte de poner su voz, ponen su alma en lo que hacen, consiguen envejecer bien. Lo que no envejece bien es ser un cantante que se base en la energía o en la agresividad, que la tienes de sobra cuando eres un chaval, pero después, excepto por Iggy Pop, se transforma en algo excesivo para el cuerpo. Si después de los años sigues saltando en el micrófono y chillando, será fácil que te miren diciendo, pero de dónde ha salido este tío. Es como la gente que escribe novelas y cosas así, se vuelven mejores, porque están explorando algo que no es necesariamente el fuego de la juventud. Yo trato de contar una historia, y probablemente tus historias se hacen mejores cuando te han ocurrido más cosas. Yo ya descubrí que la voz se hace más interesante.

En la hoja promo se citan escritores como Raymond Carver o Ginsberg, pero casi siempre veo tus canciones muy cinematográficas, ¿me podrías decir qué te ha tocado las tripas últimamente en el cine?

Bueno, pienso mucho en “Pi”. Me encantaría trabajar con Darren Aronofski. Me gusta mucho Steven Soderbergh. Hace poco que vi “The Girlfriend Experience”, que creo que es una de sus mejores películas.

¿Te gustó de verdad “The Girlfriend Experience”? Yo no sé por dónde cogerla.

Pues me encantó. Me gustó la manera en la que consigue ser muy crítico con la sociedad sin mostrarse amargado. Hay mucha ternura en la película que sin embargo está atacando la sociedad. Me gusta Richard Linklater. “Boyhood” es estupenda. Me gustan estos tíos a los que nos les importa lo que hagan o digan los demás, ellos tienen algo que decir y lo van a hacer a su manera.

Ya que, además, en la hoja promo se dice que rindes tributo a algunos ídolos tuyos, y se cita a Chuck Berry, querría que me contaras algo sobre este ídolo olvidado. Estos días se empieza, por fin, a decir con mucha corrección que además de ser uno de los inventores del rock’n’roll, también lo es del pop moderno, ¿qué te parece?

“Havana Moon” es muy buena. Se puede decir con seguridad que es lo mejor de lo mejor. No hay nada malo en una canción de Chuck Berry, es increíble. Como decíamos antes, si no tienes el cuerpo para que te cuenten historias, puedes no escuchar la letra y solo escuchar cómo canta. Su guitarra y su voz son perfectas. Me gustan todas las canciones. No sé si conoces su disco “Bio”, en el que cuenta su vida, es increíble. En una de las canciones dice, “hice autostop hasta Chicago solo para oír tocar a Muddy Waters.” Habla humildemente de la música que le gusta.

Deberíamos mandarle a Jonathan Richman la frase que acabas de decir, “there’s nothing wrong about a Chuck Berry’s song” para que hiciera una canción.

¡Espera! A lo mejor la hago yo.

En la web hay una serie de versiones (Tom Waits, Jeffrey Lewis, Adam Green), ¿por qué, de qué te servían?

Servían para varias cosas. Son canciones que amo y que me gusta cantar. Suelen nacer cuando estoy en casa solo con la guitarra, y de pronto me doy cuenta de que empiezan a sonar a algo más que yo solo con la guitarra en mi salón. Aporto algo a las canciones, oigo algo interesante en las canciones cuando las canto y creo que dicen un poco más, o por lo menos, algo distinto. Aparte, me lo paso muy bien haciendo los vídeos que hay en la web, porque también los hago yo, igual que he hecho los vídeos para las canciones del álbum. Con las versiones, simplemente es que llega un momento en el que parece, de alguna manera que las hubiera escrito yo.

¿Y qué pasa con ese trabajo sobre “Bonnie & Clyde” que anuncias, de qué va? La verdad que cuando empecé a escuchar la canción, me pareció que habías incluido algún elemento de la clásica de Serge Gainsbourg.

La letra de la canción “The Story Of Bonnie & Clyde” no es mía, es de Bonnie Parker, ella escribió esos poemas. Ahora están haciendo una película sobre ellos que se supone que contará su historia. Si has visto algo de Serge Gainsbourg en la canción, puede que sea por la letra, porque traté de no pensar en ella en absoluto cuando estaba haciendo la mía y centrarme en las letras, que son un poema mágico. Es increíble que ella escribiera esto cuando aún vivían, y que en el fondo es una canción sobre ellos. Deberías leerlo porque vale la pena, Bonnie había leído mucho y se nota en su lenguaje. Estaba bien educada y sabía muy bien lo que decía, y aunque hubiera un trasfondo de violencia, estaba muy enamorada de Clyde. Ella hizo esta canción como una fantasía de que algún día los cogerían y morirían, y al mismo tiempo estaba esperando que no ocurriera. Mira, has empezado la entrevista hablando sobre gente que canta sobre asesinatos que no sale a la calle a matar a nadie; bueno, pues este es un ejemplo de alguien que estaba envuelta en varios asesinatos y todo tipo de delitos, y escribió una canción sobre ello. Es muy extraño… Bueno, Serge Gainsbourg hizo algo parecido, pero es que además tenía la voz de Brigitte Bardot, y me alegro por él. En cualquier caso, ha sido muy bonito leer sobre Bonnie y Clyde, porque hay mucho por descubrir, y ella es muy atractiva desde muchos puntos de vista, pruébalo.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.