"Trabajar con otros músicos es algo que me enriquece mucho como artista"
Entrevistas / Björk

"Trabajar con otros músicos es algo que me enriquece mucho como artista"

Joan S. Luna — 26-10-2022
Fotografía — Archivo

A Björk la hemos conocido un poquito más con cada uno de sus discos. Gracias a Fossora (One Little Independent, 22) nos adentramos en su vida como hija y como madre al mismo tiempo a través del homenaje que le dispensa a su propia madre, Hildur Rúna Hauksdóttir.

Adoro el optimismo que destila Björk incluso en los momentos más difíciles. Lo desprenden sus canciones y lo desprenden tanto su tono al contestarme en nuestra charla vía Zoom. Hemos concertado la entrevista para hablar sobre Fossora aunque mi guion se queda prácticamente virgen conforme se desarrolla la conversación. Lo que más me preocupa antes de empezar a charlar con ella es convencerla de que no importa lo intrincados o experimentales que sean sus discos, porque conforme uno se sumerge en ellos con unos buenos auriculares se olvida del mundo. Y es que, aunque nos ponga las cosas difíciles en algunas ocasiones, Björk mantiene intacta esa capacidad tan suya de emocionarnos con una cascada de sonidos electrónicos, arreglos de cuerdas y vientos, piruetas vocales y sentimientos que requieren precisamente eso, que nos bajemos del mundo durante prácticamente una hora y nos centremos de forma exclusiva en lo que nos está contando. Solo así disfrutaremos de canciones como “Ovule”, “Ancestress”, “Fossora”, “Fungal City”, la asfixiante “Victimhood” o la emotiva “Her Mother’s House”, en la que confluyen tres generaciones de mujeres islandesas, como merecen.

Me encanta “Fossora”. Requiere tiempo, pero una vez entras en él es un gran mundo en el que disfrutar. La única etiqueta que le encaja eres tú misma. No haces pop, no haces estrictamente música experimental. ¿Alguna vez piensas en ello?
No es nada importante para mí. Creo que mi carrera ha girado siempre alrededor de los mismos ejes. Estuve en bandas cuando era una teenager, luego llegaron mis primeros álbumes y, por ejemplo, “Post” (95) tenía canciones como “Headphones” o “Cover Me”, mientras que “Debut” tenía algunas como “The Anchor Song” o “Aeroplane”. Así que creo que siempre ha habido la misma cantidad de pop y de experimentación en todos mis discos. Diría que he sido bastante consistente a la hora de experimentar, incluso cuando estaba en bandas. El balance ha sido muy parecido y creo que lo sigue siendo a día de hoy.

"Los sentimientos que manejaba en The Sugarcubes eran similares en cuanto a profundidad de los que manejo en la actualidad"

Lo que sí creo es que tus discos cada vez han girado más alrededor de un concepto. Antes primaban las canciones y diría que ahora priman los sentimientos tras las canciones. ¿Lo ves de una forma parecida? Y hablo incluso de cuando estabas en Kulk o The Sugarcubes.
Bueno, creo que los sentimientos que manejaba en The Sugarcubes eran similares en cuanto a profundidad de los que manejo en la actualidad. Como decía antes había un porcentaje de experimentación y de pop, pero también de canciones alegres, de canciones con las que quisieras bailar o baladas. Para resumirlo, digamos que el conjunto es bastante parecido.

Puede que te suene estúpido, pero las canciones que escribías hace años me hacían sentir feliz, querer bailar y muchas otras cosas, mientras que ahora, al margen de lo que cantes en ellas, me hacen pensar en algo tan abstracto como las posibilidades que nos da la música para expresarnos de una forma compleja. “Ovule”, por ejemplo, me hace sentir más humano.
Eso es algo que he intentado siempre en cada uno de mis discos. Por ejemplo, “Venus As A Boy” en “Debut” o “Yoga” en “Homogenic”. Mi perspectiva siempre ha sido parecida porque lo humano es algo que siempre me ha interesado, y claro, a todos nos interesa eso, nuestras vidas. Intentamos descifrar cómo somos los seres humanos.

Precisamente en “Ovule” hablas sobre la decepción relacionada con el amor. Es una canción a corazón abierto. ¿Alguna vez has tenido miedo de abrirte tanto a los desconocidos que te escuchamos al otro lado?
Creo que lo que la mayor parte de los artistas aprenden muy rápido, teniendo en cuenta que yo empecé a los doce o trece años de edad, es que hay un momento en el que puedes ser muy sincero y abrirte mucho en un concierto y transmitiendo tus sentimientos personales y sea cuando la gente más se emocione. Porque, aunque parezca una contradicción, el momento en el que eres más universal es el momento en el que eres más personal. Y eso es algo que la mayoría de artistas quieren alcanzar. No hay garantía de que consigas alcanzar nunca ese momento y mucho menos de que lo puedas repetir, porque no es algo que se pueda replicar. Nunca es lo mismo dos veces, así que no tienes otra salida que seguir intentándolo una y otra vez hasta encontrar ese instante en el que lo personal y lo universal confluyen. Oh, perdona... [Contesta a alguien que le está haciendo una pregunta y retoma la conversación]. Si revelas demasiado es posible que rompas la magia, si revelas demasiado poco es posible que rompas la magia. Si eres demasiado universal lo que ocurrirá es que pierdas la conexión con lo íntimo, y si no eres lo bastante universal también puedes perderla. Así que es un balance muy complicado de conseguir, pero es muy excitante seguir intentando mantenerlo.

Hace unos años entrevisté al escritor Sjón, con quien también has trabajado en diversas ocasiones, y me dijo que erais buenos amigos. ¿Crees que tu familia y tus amigos pueden descubrir más sobre ti escuchando tus canciones?
Sí, obviamente. Sí.

¿Qué importancia tiene la parte artística en tu vida diaria?
¿Qué quieres decir? No entiendo bien tu pregunta.

Me refiero por ejemplo a ser primero hija, luego madre y artista al mismo tiempo.
Oh, eso es realmente muy fácil. Muy fácil.

¿Isadora es consciente de que su madre es una artista de fama mundial, reverenciada por millones de personas?
Creo que a ella no le preocupa demasiado. No solemos hablar mucho sobre ello en nuestra casa [risas].

"A veces me veo reflejada en las canciones que he hecho aunque haya pasado el tiempo y otras veces no"

Espero que no te importe que mis preguntas sean más bien generales. Podría preguntarte más sobre “Fossora”, pero me interesa más saber si te reflejas en el disco, ahora que ya está en la calle. ¿Te reconoces en las canciones que has escrito a lo largo de los años o en algunas ya no?
Las dos cosas. A veces me veo reflejada en las canciones que he hecho aunque haya pasado el tiempo y otras veces no. Eso es algo que se plantea mucho cuando los artistas interpretamos canciones antiguas en nuestros conciertos. En algunas ocasiones descubres un nuevo punto de vista sobre lo que habías escrito hace muchos años, algo que te puede sorprender, porque sigues siendo tú. Pero también sucede que interpretes una canción y te lleve al mismo sentimiento que tuviste cuando la escribiste. No puedo contestarte solamente una cosa, porque pueden ocurrir muchas cosas distintas cuando vuelves a tus canciones.

El otro día entrevistamos a Dave Lovering de Pixies y nos dijo que ahora hacían mejor música que nunca porque son mejores músicos. No sé qué pensarás tú al respecto de esa afirmación, sobre todo teniendo en cuenta que siempre te has dedicado a romper tus propias reglas a la hora de hacer discos.
Bueno, yo creo que cada vez que haces música tienes unas herramientas y unas ideas. Cuando tienes ochenta años las manejas de un modo, pero también las manejas de forma distinta cuando tienes veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta años. Debes saber en qué áreas eres más fuerte y en cuáles lo eres menos, pero al final del día todo tiene que ver con cuánto tiempo debes dedicarle a cada elemento para conseguir lo que buscas transmitir. Pero creo que es un cambio muy lento al que debes ir adaptándote, así que... [duda durante unos segundos]. Sí, eso.

Cambiando de tema, una cosa que siempre me ha gustado de ti es que siempre sabemos con quien colaboras en cada disco. Tus colaboradores nunca son anónimos. Los coros, la orquesta, Mark Bell, Arca, El Guincho, Gabber Modus Operandi, Serpentwithfeet... Les cedes siempre parte del protagonismo.
Oh, me tomo eso como un gran cumplido.

¿Que importancia tiene para ti trabajar con gente de diferentes países y de diferentes culturas?
La música para mí es algo, obviamente, muy importante. Lo que hago es dejarme guiar por mi oído. Me fijo en las cosas que me parecen más excitantes y ese es el camino que quiero seguir, el que me parezca más excitante. Sí, me guío por eso fundamentalmente.

"La gente que me sigue sabe que el tipo de música que hago requiere de unas cuantas escuchas para disfrutarse"

¿Aprendes cosas de todos ellos?
Por supuesto. Eso es un hecho. Trabajar con otros músicos es algo que me enriquece mucho como artista.

¿Se sorprenden mucho cuando les contactas? ¿Tienen miedo de empezar a trabajar contigo?
Uhm... yo creo que... realmente no.

¿Entonces crees que es fácil trabajar con Björk?
¡Esa es otra pregunta! ¿No? [risas].

Sí, lo es.
Vale, entonces por lo que respecta a la pregunta anterior... ¿Si la gente se sorprende cuando les pregunto si quieren colaborar conmigo? Pues no lo sé.

Mejor se lo pregunto a El Guincho, ¿entonces?
Mejor, sí. Piensa que para mí no es algo sorprendente.

Entonces volvamos a lo de si es fácil o difícil trabajar con Björk...
Uhm, diría que... Bien, depende de a quién le preguntes. Creo que para los músicos es fácil trabajar conmigo. Entran en mi ambiente. [Vuelve a dudar durante unos segundos] Es como mi casa. Entran allí y son como mis invitados. Así que imagino que te dirán que es fácil. Pero si por ejemplo le preguntas a los técnicos, a veces, cuando estoy de gira, si la gente no me da buen sonido y no hace bien su trabajo... Yo reclamo disciplina, que sean disciplinados. Porque para mí es muy importante proteger mi música y mi espectáculo. Todo debe funcionar. Así que si me encuentro con que no cuentan con el equipo necesario y cosas así, se lo hago saber. Puedo ser disciplinaria si tengo que serlo. Al margen de eso suelo tratar bien a la gente. Acostumbro a agradecerles que hagan bien su trabajo, pero estoy hablándote de técnicos, no de músicos.

Imagino que los músicos estarán encantados de trabajar contigo. ¿Les das libertad?
Bueno, sí y no. Les doy mucha libertad, pero al mismo tiempo soy muy específica con lo que quiero, porque no estoy haciendo discos de free jazz. Por ejemplo, esta vez he trabajado con Gabber Modus Operandi, quienes me enviaban beats. Yo elegía el beat que me gustaba, lo editaba y lo incluía en mi canción. Así que... tienen libertad, pero al mismo tiempo soy muy particular. Habitualmente escribo mi disco y pongamos que lo tengo acabado en un ochenta por ciento, es entonces cuando empiezo a contactar con los colaboradores y entran cuando queda alrededor de un diez por ciento por hacer. Las canciones ya existen previamente.

¿Cómo les descubres?
A algunos les he descubierto online, a otros... de formas muy distintas.

Y para acabar me gustaría preguntarte algo directamente. ¿Por qué te gusta tanto trabajar la imagen, los vestidos, la estética...? Es algo muy definitorio de tu universo y que, personalmente, me encanta.
Creo que la gente que me sigue sabe que el tipo de música que hago requiere de unas cuantas escuchas para disfrutarse, así que intento trabajar con una parte visual que se acerque a los sonidos que van a encontrarse en el disco. Pueden ser una especie de atajo visual para que la gente pueda entender de una forma más rápida cada canción.

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