“Creo que va a ser el disco donde voy a ser, quizás, más sincero que nunca”
Entrevistas / Benjamín Walker

“Creo que va a ser el disco donde voy a ser, quizás, más sincero que nunca”

Isabel Santos Martínez — 23-10-2023

Charlamos con Benjamín Walker, el chileno que reside en México y que acaba de terminar su gira europea, con media docena de fechas por nuestro país. Hablamos sobre su experiencia en los escenarios, su material más reciente y lo que podemos esperar de su próximo álbum.

Este jueves 26 de octubre, el artista formará parte del showcase de bandas chilenas que se llevará a cabo en el BIME junto a Soulfía y Cancamusa.

Hace un año, Benjamín estuvo en Madrid por primera vez en el Sound Isidro y luego en Barcelona. Este año ha vuelto dentro de su gira europea para recorrer más ciudades españolas. “Hicimos una fecha en Sevilla con Álvaro Ruiz (guitarrista, El Kanka), me recorrí toda la ciudad con él. Fue hermoso conocer a través de alguien que ama tanto su ciudad y su cultura”, cuenta emocionado. Inicialmente, iba a ser una fecha en Málaga, pero pudo repetir al día siguiente. “Salió aún más bonita porque llegó más gente. Esa noche me vi en la bohemia malagueña al estar compartiendo con más músicos”, añade.

“Han pasado muchas cosas en mi vida y fue inevitable volver hacia adentro a nivel de temática"

Antes de su paso por España, actuó en el Lollapalooza de Chile, su ciudad natal, fue telonero de Jack Johnson en México y estuvo de gira por toda Argentina. Para el festival tuvo que adaptar su música. “Acumulé suficiente repertorio como para hacer un show de cuarenta y cinco minutos bien arriba de energía, que acabó con dos mil personas al frente”. Por primera vez, soltó su guitarra en varias canciones. “Suelo esconderme detrás de ella. Cuando me la quitan no sé qué hacer con mis manos”, explica. Desde hace un tiempo, con ayuda de la coreógrafa Brigitte Kattan, ha conseguido redescubrir su gusto por el baile y perder el pudor.

“Fue una película gringa”, así define Benjamín Walker su experiencia como telonero de Jack Johnson, al que pensaba que no iba a conocer en persona. El tour manager de Johnson le pidió que fuera con la guitarra al escenario, el estadounidense estaba esperándolo. Acabó tocando un tema suyo junto a su banda, el tecladista sugirió cantar una canción de Johnson con unos acordes por encima de la de Walker. Cantó “Breakdown” e hicieron un medley con la suya. “No la ensayamos completa, la primera vez que la tocamos de principio a fin fue en vivo, frente a su público”. Solo iba a abrir ese show, pero Johnson le propuso acompañarle en las siete fechas restantes de México. “Este año no he parado. Esto siempre fue lo que soñé en verdad, no me puedo quejar”, confiesa el chileno.

Su reciente “Quería olvidarte”, junto a Fármacos, surgió en unas sesiones de composición en Miami. Le pidieron cantar una melodía que tenía en modo más folk encima de un beat. “Ya te hacía mover la patita, como decimos en Chile. El coro no aparecía pero salió de mí mismo y me salió del alma”, explica. Alfonso Ordoñez y Jona Camacho (compositores) y él se pusieron a bailar haciendo un paso en el estudio que terminó apareciendo en el videoclip. Diego Ridolfi, compositor y vocalista de Fármacos, para Benjamín “cultiva ese pop oscuro, bailable pero triste”. Y la canción trata de la “resignación ante las ganas de querer olvidar a alguien, pero renunciar porque, quizás, se puede convivir con este sentimiento. Quería olvidarte como quién añora hacerlo, pero finalmente no lo logra” .

Un tema de pop que se aleja a lo que estábamos acostumbrados en la música de Benjamín Walker. Pero en su nuevo disco no seguirá esa línea, pero el pop ha llegado como “lenguaje a su vida para quedarse”, aclara. Se ha influenciado en la ola del folk estadounidense, representada por mujeres como Phoebe Bridgers. “Han pasado muchas cosas en mi vida y fue inevitable volver hacia adentro a nivel de temática. Es un álbum de mucha liberación, creo que va a ser el disco donde voy a ser, quizás, más sincero que nunca”, confiesa. Aquellos que han ido a sus shows ya han podido disfrutar de diversas canciones que todavía no han visto la luz. La gente las canta con él a coro la segunda vez que las escuchan, sin que nadie se lo pida. Tan emocionante fue para Walker que se puso a grabarlo. “Al principio por la emoción al ver la forma en la que reaccionaban y ahora como un plan de marketing”, bromea.

El artista se encerró una semana en Cuernavaca (México) para concentrarse en los versos, el concepto y la sonoridad de las ideas de canciones que tenía. Va de ciudad en ciudad agregando y moldeando cosas con la interfaz de sonido. Irá a Berlín a empezar a englobar ideas, lo grabará en México y Argentina. “Al menos es el plan”, dice entre risas. Durante su estancia en Londres por su gira europea, le invitaron a grabar al estudio de Abby Road. Hicieron un EP de tres canciones compuestas para el disco en directo acompañadas de chelo y piano. La reacción de los que trabajaron en el estudio fue de emoción. “Fue la primera vez que vi el feedback de terceros. Vengo con un hype muy grande, además en Abbey Road. Me quiero morir”, expresa con gran emoción.

El año que viene Benjamín Walker cumplirá diez años dedicándose a la música. Dejó derecho para cumplir su pasión ya que un amigo suyo le preguntó dónde quería estar cuando tuviera más de treinta años, teniendo permiso para soñar lo que quisiera. Él contestó que quería estar tocando, a lo que su amigo le aconsejo que empezará a hacer lo que necesitará para estar ahí. “A mis treinta y uno, con nueve años de carrera, estoy en el lugar en el que me planteé estar en esa conversación”. A ese chico de hace nueve años el Benjamín de ahora le diría que todo va a estar bien y que no tenga miedo de ser él mismo. Ha descubierto que, en su oficio, uno no deja de conocerse más a sí mismo.

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