Londres Noir. El libro negro del crimen

Aunque La Felguera Editores lleva un tiempo entregado a la noble tarea de hacer historiografía del crimen, habitualmente vinculado a algún tipo de proceso revolucionario, no ha sido hasta ahora que la editorial madrileña ha dedicado una colección concreta, esta True Crime, a “la narración sangrienta, la biografía de famosos e infames criminales y la investigación y crónica criminal”. El motivo que finalmente ha decidido a Servando Rocha, promotor de este entusiasta proyecto que es La Felguera, a arrancar esa línea en cuestión es la publicación de “Londres Noir. El libro negro del crimen” y uno de los proyectos más ambiciosos que la editorial ha afrontado desde su nacimiento.

“Londres Noir” es en realidad una compilación de textos que forman parte de “The Newgate Calendar. The Malefactors Bloody Register”, compilación de relatos digna del Edward Gorey más macabro en la que se enumeran los crímenes más escabrosos o sensacionalistas en el Reino Unido a lo largo del siglo XVIII y XIX. En origen un boletín de ajusticiamientos redactado con corrección inequívocamente británica por el vigilante de la siniestra prisión Newgate de Londres, la compilación (que originalmente superaba las mil páginas en cinco gruesos volúmenes) se convirtió en lectura de cabecera de la Inglaterra romántica y Victoriana. Su influencia se puede rastrear desde entonces en numerosos escritores anglosajones, tanto aquellos como Charles Dickens (autor aquí del prólogo con una descripción de su visita a Newgate) que se mostraron fascinados por las vivencias de las capas menos pudientes de la sociedad de su tiempo como quienes encontraban “The Newgate Calendar” una inspiración a caballo del relato terrorífico y el género policiaco.

Lo que La Felguera ofrece en esta edición es una selección de aquellos relatos, con el especial cuidado en el aspecto gráfico que caracteriza siempre a la editorial madrileña y el citado prólogo a cargo de Dickens y una suerte de epílogo a mayor gloria de la Maiden, orgullo del pueblo escocés y antecedente a menudo no reconocido de la guillotina francesa. “Durate la anarquía causada por una corte corrupta y la opresión del pueblo, este instrumento, basado exactamente en el modelo de la Maiden, se aplicó como muestra de misericordia para el rey y la reina, sus nobles y el clero, que se calcula que abarcaban tres cuartas partes de la riqueza de la nación. Decimos como muestra de misericordia, porque produce una muetre más instantánea y, por consiguiente, menos dolorosa que la infligida a los criminales en Gran Bretaña”. Tomen nota...