Lejos de Kakania
Libros / Carlos Pardo

Lejos de Kakania

6 / 10
Marcos Gendre — 15-11-2019
Empresa — Periférica

No cabe duda de que, a lo largo de este siglo, la generación Nocilla Experience ha sido uno de los azotes más representativos de la literatura nacional. Otra de las corrientes más copiosas ha sido la del ultranormalismo poético, disfrazado de nobles intenciones filosóficas. A esta segunda rama pertenece Carlos Pardo, que está de estreno con “Lejos de Kakania”, una novela de -aparente- intimismo personal radicalizado por puntuales maratones poético-narrativas donde el autor se da unos festines ególatras, por momentos brillantes, pero también suscritos a regodearse en una habilidad de palabra que a veces cae en el cartón piedra.

La mistura estilística es la coartada intelectual que empuja esta historia de fracasos, reencuentros familiares y peleas por el cariño materno. El guión hilado entronca con la búsqueda del elixir cultural de Robert Musil y toda muestra capaz de exaltar el amor hacia la poesía de forma pretendidamente empática. Sin embargo, la maestría del trazado dispuesto, gracias a personajes tan fenomenalmente dibujados como el poeta Virgilio López, se diluye en el gusto sistemático por la sentencia cerrada y cierto halo de pedantería a todas luces innecesario para el lector, aunque se intuye como escudo protector para cubrir las carencias de un escritor notable que, eso sí, intenta abarcar y profundizar más de lo que puede.

Aun con todos los debes captados a lo largo de su lectura, el peso de las intenciones se impone al estilo ampuloso de un Carlos Pardo que, de todos modos, demuestra su brillantez cuando se trata de hacer uso de sus incuestionables cualidades con la descripción de poso pictórico. Y que acaban por validar la apuesta por seguir los pasos de un escritor con potencial, pero anclado a sus ínfulas por gestar una marca de escritura intransferible.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.