Nada que decir
Discos / Yo, Gerard.

Nada que decir

8 / 10
Sergio Iglesias — 27-07-2023
Empresa — Autoeditado
Género — Pop

Contundencia, épica y, utilizando el manido símil, “una mano de hierro en un guante de seda”. Ese podría ser el resumen de lo que nos encontramos en el nuevo EP de Yo, Gerard. Un trabajo en el que han afilado su concepto de pop, delicado pero con mucha garra, y en el que las melodías adquieren una importancia prioritaria, dando forma a unas potentes letras, donde la rabia se mezcla con la ternura, consiguiendo un estilo personal, alejado de cualquier encasillamiento. Otro paso adelante para una banda que, llevando la contraria al título de su EP, tiene mucho que decir. Construido en cinco actos diferenciados, la banda bilbaína da un paso de gigante en su carrera con este trabajo, que tiene absolutamente de todo.

El disco comienza con los pasajes líricos de la inicial ‘No tengo nada que decir’, un tema en el que demuestran su intención de pulir un estilo personal basado en el eclecticismo y en la coherencia sonora, manteniéndose en unos parámetros bien marcados dentro del pop, y llevando su sonido a un lugar muy particular, y donde destacan las líneas vocales, siempre bien apoyadas por una base rítmica contundente.

A continuación, en ‘No reconocer’, se muestra la influencia en la banda bilbaína de Iván Ferreiro y los últimos Piratas, en un delicado tema pop, en el que destacan las guitarras de Andoni Eskubi. ‘Pisotéame’ es la más oscura del lote, y sirve para el lucimiento vocal de todos los miembros de la banda, especialmente de un David Lamiquiz, que se muestra inmenso en las voces y en los arreglos de piano, acompañado de unas guitarras casi metaleras, que dan al conjunto esa crudeza que hace de este tema uno de los mejores del EP.

En la parte final, nos encontramos con dos composiciones muy diferentes pero igual de efectivas: por un lado, el indie de la rabiosa ‘No voy a pensar en ti’, donde destaca la absoluta compenetración entre todos los miembros del grupo, en una canción llamada a ser uno de los himnos infalibles en los directos de la banda. Y para finalizar, la desgarradora ‘Aita’, concebida en varias partes sonoras bien diferenciadas, y en la que Yo, Gerard. muestran su sensibilidad en una historia que, seguramente suponga un homenaje muy especial para el ser querido. Un final épico para un trabajo en el que, insistimos, la banda bilbaína alcanza una madurez, que van puliendo pasito a pasito, sin prisa pero sin pausa, demostrando la importancia del trabajo y la constancia, para obtener resultados tan buenos como estos.

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