Ultratumba

Tras casi dos décadas desde su anterior álbum, el grupo vigués Trajedesaliva retorna a las tareas discográficas con una depuración minimal de su sonido, anteriormente, más barroco, para quedarse en la esencia dark ambient, las sombras industriales a lo Ben Frost y en el enigmático y, por momentos, inquietante spoken word ejecutado por Unavena, capaz de helarnos la sangre mediante historias de terror como “Mammillaria Sempervivi” o “Queremos verte”. Ambos cortes representan dos de los picos más apasionantes de esta sinfonía con ecos tanto a los Popol Vuh más ambient como a los momentos más paisajísticos de la discografía del gurú de la kosmische bávara, Klaus Schulze.

Bajo estos parámetros sonoros, vibra cada mota instrumental de tan perfeccionista oda a la metodología analógica. No en vano, los primeros esfuerzos para moldear este “Ultratumba” datan de 2009, once años de trabajo discontinuos que han servido para forjar un retorno tan inesperado como pleno de justificación. No es para menos ante piezas tan estremecedoras como “A casa por las vías”, donde la tensión tallada en cada palabra corta la respiración de una paleta instrumental para la cual Mon Ninguén también adopta filtros más dulces, como en “Mamá es un animal morado”.

En realidad, resulta absurdo intentar destacar una canción sobre otras, dentro de semejante puzle de consciencia totalmente visual. De hecho, tal como me comentaba hace poco Mon Ninguén estás canciones también surgen de los reflejos en la memoria que supone el visionado de las películas de ciencia ficción de Andrei Tarkovski y de filmes como “Aguirre, la cólera de Dios”, de Werner Herzog. Ecos cinematográficos de un álbum que resuena como una banda sonora imaginaria de una película a la que nosotros podemos dar forma en nuestra fábrica de sueños. Subjetividad al cubo que sólo es posible cuando la materia prima tangible es tan evocadora como esta obra cumbre de la electrónica artesanal hecha en territorio español.