Los prejuicios nos pueden. A los de la prensa musical más aún. Porque pocos, muy pocos, dedicaron más de cinco minutos al debut discográfico de los gallegos Trajedesaliva cuando debutaron de la mano de Splat Records. Por aquel entonces, esta formación abierta apuntaba ya interés por desmarcarse, por explorar caminos propios o quizás ignorados en este país. Aunque tampoco había para mucho.
Por suerte, “Mima” va mucho más allá, experimentando, combinando el ambient con el gótico, el pop con el post-rock, pero –esencialmente- creando algo bello, apetitoso, sórdido y perfumado a la par, nueve piezas que tan pronto beben de Dead Can Dance o Arcana como de Mahler, que uno imagina volando muy por encima de su reproductor de compactos, dando forma a una suerte de banda sonora para “El Gabinete Del Doctor Caligari”, “Amanecer” o “Nosferatu”, porque ahí reside su fuerza en un sentido cinematográfico entre lo vanguardista y lo experimental, funcional algunas veces, disperso otras. Pero si algún valor tiene “Mima”, un disco interesante, que no increíble, es que Trajedesaliva apuestan por ser ellos mismos, por dejarse de hostias y aparcar en la cuneta lo que mejor visto está en nuestra escena patria. Solamente por eso, su lugar en estas páginas está asegurado.
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