Statement On Death
Discos / Syberia

Statement On Death

7 / 10
Rubén G. Herrera — 21-06-2022
Empresa — Metal Blade
Género — Rock

Tras marcarse una decena de fechas por Europa en abril, los catalanes presentan finalmente este cuarto disco, que evoluciona hasta un sonido post-metal, sin abandonar sus raíces de rock instrumental sutil y contemplativo. Buena muestra de ello fue “Nothing Inside”, el single que nos presentaron en primer lugar de este “Statement On Death”, que se traduce como esas últimas palabras de una persona antes de morir, e intenta encarnar algo profundo que no es otra cosa que un mensaje escondido en nosotros mismos. Para despertarnos esa “voz interior”, el desarrollo melódico y enérgico va creciendo, poco a poco, hasta finalmente hacerse explosivo. Una transformación de la energía en su viaje a través de ondas. O dicho de un modo menos aséptico: un fluir de emociones. Syberia es pura mecha consumiéndose. Y la banda se permite hasta cinco intentos en forma de largos cortes para seducirnos, con piezas cuya narrativa es por supuesto es metatextual. Y por ello, nos invita, exige y obliga a esta especie de meditación a través de la música. Y aunque ese mood sea constante, ni tan siquiera tiene un sentido cohesivo; Syberia reconocen abiertamente que su proceso creativo es más bien un collage de piezas sueltas e ideas inconexas. Un método de composición que quizá no sea más que otra forma de intentar librarse de preconcepciones y del que por tanto, no podemos esperar que nadie “nos lo cuente”... No, no hay spoilers posibles aquí. Porque, ¿qué nos evoca esa “Stolen Childhood” que abre el disco, o ese “No Frames to Remember Them” que lo cierra? Sus títulos, desde luego, son meras ventanas hacia paisajes sonoros. El mensaje es el oyente.

Como sugiere el título del propio disco, este disco representa tal vez un alegato sobre el futuro del rock, que parece estar quedándose mudo, aunque nunca sin aliento. En este sentido, es consabida la tendencia en tantos fenómenos de la cultura a “no dejarnos las cosas demasiado claras”. A limitarse al arte de la sugestión. Abundan historias que pueden contarse sin un plot marcado o convencional, como la vida misma, que a menudo transcurre caótica y caprichosa. Y el post-rock instrumental se ha coronado muchas veces como un potente cauce reflexivo de tantas mentes jóvenes, veteranas, occidentales u orientales. Si bien, aunque salvo excepciones muy puntuales, esta música instrumental no ha escapado de ser un estilo de minorías y de salas pequeñas, se le debe reconocer el mérito de que podamos hablar así sobre un género popular: equiparando su profundidad semántica a la de una corriente filosófica o un culto religioso. Aunque tan solo estemos, insisto, ante paisajes sonoros.

Y entre estos paisajes sonoros destaca el núcleo del álbum, conformado por “Ain't.Care.About.Bullets” que se colorea como una sinfonía que tiene el recurrente tremolo picking por voz dominante. O “Breathe”, que amplía esa metáfora de la respiración, y en la que si uno se sumerge y se deja llevar durante la escucha, puede reconocer cómo su propio pulso se sincroniza con el de la música, de base orgánica y naturalista, que coquetea a ratos con lo modal y con lo disonante y que abusa de efectos como las melodías invertidas para sumirnos en cierto clima de incertidumbre.

Syberia sin duda, es uno de los principales exponentes de esta corriente artística tan de nicho, pero tan universal en sus formas de expresarse. Han dejado de nuevo volar su imaginación y nos invitan a unirnos al viaje.

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