Brickbat

Piroshka es la atractiva reunión de Miki Berenyi, cantante de Lush, Justin Welch, batería de Elastica, el guitarrista KJ "Moose" McKillop y el bajista Mick Conroy, de Moose y Modern English, respectivamente. Y a pesar de las coincidencias musicales y vitales entre dichas bandas (Miki y KJ son pareja, Lush y Elastica fueron representantes de la facción pop-punk más o menos arty en la era del britpop), quizá era difícil prever el resultado de semejante cóctel sonoro.

En efecto, en “Brickbat” no nos encontramos con el indie- pop guitarrero, melódico y nervioso que caracterizaba a las composiciones de Lush. En general, los temas son más reposados y atmosféricos, llenos de matices. Las guitarras siguen ahí, por supuesto, pero se han visto enriquecidas por un collage sonoro formado por retales de diferentes estilos, desde el dream pop al pop 80s de grupos como The Chameleons.

Musicalmente, tampoco se renuncia al ruidismo (“This must be Bedland”), ni a arreglos de viento que acaban llevando el peso melódico (“Village of the damned”), o a la electrónica (“Never enough”).

El debe del álbum, y de este collage sonoro, es que apenas se concreta en melodías y estribillos memorables, si exceptuamos “What’s next?” y “Run for your life”, la canción que más recuerda a las antiguas bandas de los miembros de Piroshka. Además, el álbum se cierra con la excelente “She’s unreal” y su creciente tensión guitarra- batería.

Otro de los grandes atractivos del disco es la propia voz de Miki, que en esta ocasión recuerda mucho al timbre de Amelia Fletcher (Heavenly, Marine Research), amén de unas letras que muestran preocupación por la actual situación social y política. Un proyecto, cuanto menos, interesante, cosa que no se puede decir de todos los “supergrupos indies”.