Además de ciudadano británico, Chris Mercer es un actor influyente en la escena dubstep desde que abandonó su Leeds natal para instalarse en Londres, donde empezó a pinchar habitualmente junto a Caspa. Precedido por el éxito de su single “Cockney Thug” (Sub Soldiers, 09), su debut para el sello de Diplo no hace más que acreditar la apertura del género hacia un sonido menos purista: ya no hay tanta distancia entre Baltimore y el Reino Unido. “O.M.G.!” es de hecho un ejercicio de estilo en toda regla. Rusko no renuncia a nada e incluso se atreve con cortes cercanos al house de Basement Jaxx (“Feels So Real”), el drum’n’bass (“Kumon Kumon”) y a recordar su pasado en los Sound Systems de su ciudad natal (“Rubadub Shakedown”). La piedra angular de este debut la encontramos, en cualquier caso, en ese “Woo Boost” inicial, corte a medida para las sesiones del capo del sello: contagiosamente enérgico, sulfúrico y dinámico a pesar de un tempo ralentizado. Un hitazo, vaya.
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