Magic Time

Nuestros más grandes compositores han tenido diversas formas de evolucionar. Mientras Bob Dylan se ha mostrado a lo largo de las últimas décadas prolífico y algo despreocupado con el resultado de sus discos, alternando obras maestras con grabaciones indignas, Neil Young ha elegido el camino que inició desde su primer disco: aventurero incansable, experimentador de nuevas formas, ajeno a modas y críticas. La gran virtud de Van Morrison, tercero en discordia en el podio de honor, reside en lo compacto de su extensa obra, prácticamente sin fisuras y con la habilidad de variar o provocar íntimos estados de ánimo en el oyente. Sin conejos en la chistera ni huidas hacia delante, el de Belfast cabalga en su propio territorio como un maestro que mejora la manera de contar la lección disco tras disco. “Magic Time” muestra al Morrison más elegante y disfrutable, el que rastrea en su pasado personal y colectivo; las versiones de Sinatra y Perry Como dan una idea de la orientación del disco, de sus aires jazzísticos y su querencia a medio camino del R&B y la melodía pop. Una delicia coronada por “Celtic New Year”, uno de sus temas más exquisitos de los últimos años.