Clamo a Dios por una penitencia. No seré cristiano –y menos practicante-, pero algo gilipollas si debo ser.
Porque cómo puedo disfrutar de los desarrollos instrumentales de Godspeed You Black Emperor! o emocionarme con la emotividad instrumental de Pele, y voy y descubro a Paul Newman –su bajista se llama así, se lo prometemos- en su tercer largo. Por suerte, nunca es tarde para tomar plena consciencia de que estos cuatro chicos son una maravilla. Bajo, batería, guitarra y bass VI (híbrido entre guitarra y bajo) para dar forma a siete preciosas composiciones que se desarrollan con la maestría de las de los últimos Mogwai (también se permiten incluir lánguidos susurros en “Perhaps You Would Be More Comfortable”), los primeros Tortoise, los Don Caballero menos retorcidos (tengan en cuenta que aquí no existen matices hardcore) o los Pele menos pop. De todos modos, por encontrar semejanzas, puede uno encontrarlas también con Slint, Billy Mahoney y muchos otros, porque Paul Newman no descubren nada, aunque lo que hacen lo hagan muy bien.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.