You Won’t Go Before You’re Supposed To
Discos / Knocked Loose

You Won’t Go Before You’re Supposed To

9 / 10
Jaime Tomé — 10-05-2024
Empresa — Pure Noise Records
Fotografía — Archivo

Han pasado casi cinco años del estreno de “A Different Shade Of Blue” (Pure Noise, 19), el segundo álbum de los americanos Knocked Loose al que siguió el excelente EP conceptual y cortometraje “A Tear In The Fabric Of Life” (Pure Noise, 21). La que es casi con seguridad la banda más original del metalcore actual regresa para ofrecer otro puñado de grandísimas canciones sin caer en los tópicos de un subgénero que lleva años siendo repetitivo hasta las trancas y que roza lo hortera en su vertiente más comercial.

Su nuevo y tercer disco titulado “You Won’t Go Before You’re Supposed To” (frase que una mujer le dijo a Bryan Garris cuando estaba pasando un momento difícil durante un viaje en avión debido a su fobia a las aeronaves) nace de una presión externa y necesidad interna de la banda de superarse a sí mismos tras giras kilómetricas en las que han tocado tanto en salas –incluyendo nuestro país– y locales casi diminutos como en festivales en los que no abundan bandas de su estilo como es el Coachella o Bonnaroo, eventos que facilitaron que su música pasase por las orejas de gente que es bastante probable que no vaya a escucharlos más.

En “You Won’t Go Before You’re Supposed To” hay nuevos elementos apreciables en distancias cortas y todavía más agresividad en diez canciones y veintisiete minutos. Este nuevo trabajo es un camino por el mismo sendero que el de los sencillos “Upon Loss” que el pasado año grabaron con el productor Drew Fulk (Wzrd Bld) y, salvo sorpresas, será uno de los discos del año dentro del hardcore y metal además de optar a estar en la pole de la propia discografía del quinteto de Kentucky formado hace ya más de una década. Las canciones de este disco fueron escogidas entre nada más y nada menos que cuarenta –según la banda– y su temática gira alrededor del odio y la ansiedad, pero también sirven como crítica hacia la falsedad de esas personas que acuden a la espiritualidad y dogmas para ponerse una máscara que tape su verdadera faceta de embusteros e hipócritas.

Yendo al meollo, el comienzo de “Thirst” con un sample martilleante que recuerda al sonido de una mosca revoloteando –que nos acompañará en gran parte del disco– puede llevar a pensar que estamos ante una intro abstracta, pero esa idea desaparece totalmente cuando una inesperada avalancha de gritos por parte de Bryan y una tormenta eléctrica instrumental y rápida que recuerda a Converge cambia las tornas con el añadido de las voces de respaldo de los guitarristas Isaac Hale (del que ya conocemos sus profundos guturales) y Nicko Calderon y la consistente y pesadísima base de la batería de Kevin “Pac Sun” Kaine y del bajo Kevin Otten.

Mientras que “Piece By Piece” nos muestra a unos Knocked Loose quizá más predecibles –igual de ultraviolentos–, con “Suffocate” la banda cruza tímidamente nuevos horizontes con la vocalista pop metalera Poppy en un tema claustrofóbico con golpes de batería sincopados que recuerdan al reggaetón (sí, has leído bien). Le sigue a este “dueto” “Don’t Reach For Me”, que sigue trayendo adrenalina, cabreo y esos pig squeals en momentos oportunos tan queridos además de estribillos y un ligerísimo desvío hacia la melodía. “Moss Control”, tema en la línea de “Thirst”, no llega ni al minuto y sirve de nexo directo a “Take Me Home” gracias a un punteo de guitarra idéntico en ambas canciones. Esta última incluso parece estar sacada de una persecución por el bosque en una peli de terror, a la que se le añade un outro “creepy” que acrecienta todavía más esta teoría.

Habiendo pasado ya el meridiano del disco, “Slaughterhouse 2” hace de secuela a la primera colaboración de Garris en el disco “Scoring The End Of The World” (Roadrunner, 22) de Motionless In White y trae como colaborador a Chris Cerulli ofreciendo algo más de dinamismo al álbum sin que la banda se salga de sus esquemas, los cuales se repiten en la conservadora pero igualmente brutal y con curiosas percusiones “The Calm That Keeps You Awake” abriendo el camino a “Blinding Faith”, una canción de metalcore perfecta con un breakdown a tres voces capaz de romper los cristales de tu habitación.

Con la mosca detrás de la oreja otra vez –los que hayáis leído esta crítica y/o escuchado el disco lo entenderéis–, “Sit & Mourn” pone fin a la nueva propuesta de Knocked Loose entre los aullidos del vocalista bautizado cariñosamente como el “Mickey Mouse” del metalcore –debido a su registro vocal– y las atmósferas minimalistas que se alternan con riffs rápidos influenciados por el metal extremo y una voz en off final que sirve como último resquicio de inquietud de un disco que está cerquísima de ser un diez sobre diez en el que quizá se echa de menos que no se hayan integrado los singles “Deep In The Willow” y “Everything Is Quiet Now” para hacerlo redondo.

No se sabe todavía si “You Won’t Go Before You’re Supposed To” llegará a trascender como el mejor álbum de Knocked Loose, pero seguro que andará cerca de ello. Al menos se puede confirmar que es una joya del metalcore moderno capaz de diferenciarse de su sonido aburrido y genérico desde un lugar privilegiado ganado a pulso.

 

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