Mañana será bonito

El mundo del reggaeton levanta los brazos de júbilo con ‘Mañana será bonito’, el nuevo álbum de Karol G. Una artista como la colombiana, que ha sabido convertirse en un icono al mismo tiempo que trascendía su imagen de figura pública para seguir creciendo como artista de forma imparable, llega en su mejor momento a 2023, tras ser capaz de vencer y convencer a millones de fans. Su trabajo a lo largo del último lustro ha sido ejemplar, de ser una artista de remixes y colaboraciones (la forma habitual de entrar en el género, pero también una categoría de la que, a veces, es complicado salir) ha pasado a ser una de las grandes de la música a nivel mundial.

Este álbum es el peak de su carrera hasta el momento, tanto a nivel de colaboraciones, como de canciones que, al fin y al cabo, son lo más importante y muchas veces se nos olvida. Karol G, con una vocación evidentemente mainstream, sin intención de revolucionar el género ni la industria musical a fuerza de vanguardia, ha sido capaz de sintetizar el espíritu del reggaeton pop que desarrollaron sus paisanos colombianos y que encontró en J Balvin su máxima expresión, en canciones vistosas y redondas durante los últimos años, pero las de este trabajo son la guinda del pastel. ‘Mañana será bonito’ juega con el folklore latinoamericano y los diferentes géneros del urbano como el dembow, pero al mismo tiempo es un trabajo absolutamente contemporáneo, tanto en su lenguaje como en su intención. El alegato empoderante de todas las canciones, sin ser explicito, sino implícito, y sin ser sutil, sino convincente, es innegable; también lo es la naturaleza emocional del álbum. No nos hayamos ante un disco particularmente hedonista, más al contrario. Aunque canciones como ‘GATÚBELA’ o ‘KÁRMIKA’ tengan un componente sensual evidente y maravilloso, el tono de ‘Mañana será bonito’, es ciertamente triste, o al menos melancólico, de superar lo perdido y que, precisamente, mañana sea todo mejor de lo que es hoy. Esta circunstancia no solo es interesante artísticamente para Karol G, sino que indica la buena salud de un género como el reggaeton, que históricamente ha tenido complicado el servir de vehículo para articular discursos más sentidos.

‘Mañana será bonito’ es un álbum de calidad que, sin pretender convertirse en un clásico, ni complicarse demasiado la vida, termina siendo una especie de secuela espiritual de ‘Un verano sin ti’, mucho más digerible y sin las dosis de ego que adornan la corona de Bad Bunny. Karol G ya viene de vuelta y no necesita el triple salto mortal para ser memorable. La elección de las colaboraciones es también muy inteligente, ninguna resta y todas suman. Desde España se puede además estar muy contentos: dos colaboraciones (Quevedo y Bad Gyal) en el álbum de una de las artistas más importantes del mundo era algo impensable hace apenas un lustro. Además de ellos Shakira, Sech, Justin Quiles o Maldy entre los intérpretes y un nombre que sobresale de entre todos los demás en la producción, Ovy On The Drums, uno de los grandes artífices del nuevo reggaeton.

Gustes o no del reggaeton, aunque logres no pisar un solo bar que tenga puesta la radio comercial en el próximo año, incluso si vives en mitad del campo y ningún coche pasara con la música a todo volumen debajo de tu ventana, te encontrarás un día, más pronto que tarde, oyendo alguna de las canciones de ‘Mañana será bonito’. Karol G alcanza su madurez como cantante y lo celebra mostrándose vulnerable y honesta, cálida y triste, mainstream y auténtica.