What Chaos is Imaginary
Discos / Girlpool

What Chaos is Imaginary

8 / 10
Noé R. Rivas — 11-02-2019
Empresa — Anti
Género — Indie rock

La formación de Los Ángeles encara su nuevo trabajo con un cambio significativo provocado por el tratamiento hormonal de Cleo Tucker, bajista y vocalista del grupo, encontrándonos ante un nuevo registro vocal que encaja a las mil maravillas en las canciones. Así es como han logrado un disco capaz de transmitir una gran sensación de realismo y emocionar desde la primera escucha, exhibiendo la ambivalencia existente entre un robusto sonido de guitarras con su buen punto ruidoso y un apaciguador lado vocal. De hecho, el gran contraste existente entre las voces de Cleo y Harmony propicia que nos encontremos ante dos formas bien diferentes de expresar un sentimiento común de serenidad frente a las adversidades derivadas de la soledad y el aislamiento.

Resulta innegable como los momentos más abatidos y oscuros acaban primando en el conjunto de temas, sin embargo el abanico de recursos que logran a través de guitarras que despuntan entre los muros de sonido y estribillos casis susurrantes como los de “Where You Sink”, acaban por encontrar el impulso perfecto para emerger hacia un lado mucho más onírico. Todo esto nos conduce hacia situaciones donde logran zafarse de episodios cabizbajos y revolucionar en cierta medida la tónica general del disco, como bien ocurre en “Hire”.

La crudeza que son capaces de lograr en las atmósferas no evita que los temas acaben cayendo en un lado reconfortante, muy relacionado con un espacio lírico donde la resignación acaba por tomar su parte. Transitando desde las influencias grunge hasta el dream pop menos etéreo, el dúo encuentra total correspondencia sonora con los estados de ánimos impresos en los temas. Precisamente es este interesante espacio, el mostrado entre el deseo firme de no limar lo más mínimo sus sonidos y el encontrar al mismo tiempo un medido intimismo, el que proporciona un especial encanto a la obra.

Tampoco podemos pasar por alto la recta final del trabajo, donde el formato adoptado responde más bien a un minimalismo que sirve para enfatizar las dosis de vulnerabilidad encerradas en los temas. Esta idea seguramente sea la última que necesitamos para obtener el cóctel perfecto, logrando a lo largo de 14 canciones mostrar un certero diario acerca de cómo vencer al lado más tormentoso de uno mismo sin echar mano en ningún momento de un dramatismo exagerado. Girlpool han aprovechado a la perfección todas las nuevas circunstancias surgidas a su alrededor, entregándonos uno de los discos más destacados de esta recta inicial del año.

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