pasado presente FUTURA
Discos / Futurachicapop

pasado presente FUTURA

7 / 10
Álvaro Tejada — 05-07-2022
Empresa — El Genio Equivocado
Género — Pop

Desconozco si el lanzamiento del álbum debut de FUTURACHICAPOP ha coincidido con el mes del Orgullo LGBTQ+ por casualidades del destino o por decisión propia, pero lo cierto es que no veo mejor momento para disfrutar de una colección de canciones así y de, aún más importante, contextualizarlas dentro de un espacio-tiempo tan concreto. ‘pasado presente FUTURA’ es un canto a la libertad y a la diversidad, un abrazo con uno mismo y una reconciliación con nuestra parte más dolorosa. Todo desde el respeto y la aceptación. “Dime, qué pronombre tengo que usar para llamar a tu puerta. Me gustaría escuchar”, canta Sergi Fabregat en ‘El sexo convexo’. Una frase que ya nos mete de lleno en el fascinante universo queer de tolerancia y educación emocional-sexual que propone FUTURACHICAPOP.

Las influencias en ‘pasado presente FUTURA’ son más que visibles. “Hago música pop para los broken hearts. Bien de sintetizadores, bien de melodías de evadirse bailando y bien de melodrama”, reza la bio de FUTURACHICAPOP en Spotify. Dentro de su sonido podemos encontrar tanto a Mecano (de hecho, ‘El sexo conexo’ es un guiño a aquellas magdalenas de ‘Cruz de navajas’) como a Miss Caffeina o a Robyn (‘Historias de Sadie Girl’). En general, un disco de once temas en el que el electropop o el synth-pop reina sobre todas las cosas, ya sea en baladas más tranquilas o en hits rompepistas. Los destinatarios de los dardos que sueltan las letras van desde sus novios, sus amantes, sus ex, sus haters o las mujeres de su vida (‘A todas las Mujeres’). Personas que, al final del día, le han hecho ser quien es hoy.

‘Mi Discoteca’ y ‘Los Hombres Ya Saben Bailar’ apuntan a ser los mayores hits de este ‘pasado presente FUTURA’ por su gran componente dance. Música con mensaje para bailar mientras lloras, mientras ríes, mientras celebras y mientras te desahogas para una generación que, a pesar de haber crecido en la era digital de la poca autoestima, la precariedad laboral y el amor líquido, cada vez tiene las cosas más claras en cuanto a cuidar la salud mental y reivindicar sus derechos. Sean los que sean.

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