El quinto álbum de la artista sueca Sarah Assbring (El Perro del Mar) tiene un título japonés que abraza diferentes conceptos como alma, emociones, espíritu, mente y corazón. De ahí que el disco hable de temas como la identidad, la vulnerabilidad y la fuerza del corazón, que no puede protegerse ni del dolor ni de la felicidad (en “Ging Ging” se cuestiona: “Happiness, whatever it means is not enough. Seems to me living like this is not enough”).
En cuanto a sonoridades, “Kokoro” –producido por Assbring junto a Jacob Haage- fluye influido por la música china, japonesa y camboyana, algo que se hace evidente en piezas como el primer single “Breadandbutter”. Y ahí reside uno de los mayores valores de “Kokoro”, que es interesante tanto conceptualmente como por esa búsqueda de un sonido particular, combinando influencias, y a la vez universal.
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