The World Within Our Bedrooms

Soñar, construir una realidad paralela para dejar volar nuestra imaginación y acudir a ella como refugio. Desde pequeños hemos jugado a salir de las limitaciones de la vida real proyectando un futuro idealizado. Hemos mirado por la ventana de nuestra habitación y hemos sido capaces de ver mucho más allá de lo que ven nuestros ojos. Algo que con la madurez desaparece, o evoluciona, a base de golpes de realidad. Pero, que siempre está ahí dentro de nosotros como un fino hilo de esperanza recordándonos que nunca es tarde para hacer realidad todos esos sueños e ideas que nos hacían tan felices. “The World Within Our Bedrooms”, el álbum debut de Drug Store Romeos, es un auténtico viaje espacial para salir volando en busca de algo más que la pacífica vida de los suburbios de Fleet, localidad situada en el condado de Hampshire. Un compilado de emociones, proyecciones, texturas e ideas románticas sobre todo lo que puede existir más allá de las habitaciones de los cuartos de sus protagonistas. Un recorrido nostálgico, lleno de melancolía adolescente, en el que Sarah Downie, Charlie Henderson y Jonny Gilbert presentan su propio universo fuera de las modas y tendencias británicas actuales. Un magnético proyecto que respira inocencia y seguridad a partes iguales.

Aislados en un estilo de vida realmente limitado, Drug Store Romeos se apoyan en la música para desarrollar su imaginación y acceder a un mundo onírico en el que liberar al cien por cien sus emociones y donde todo es posible. “The World Within Our Bedrooms” es bello, delicado, pero a la vez misterioso e inquietante. El álbum se construye sobre un clima DIY y se expande a través de canciones de bedroom/dream pop que crecen hacia el ambient, el space pop o el trip-hop entre otros. Historias sensoriales y surrealistas construidas por Sarah que toman como referentes al poeta dadaísta Hugo Ball o a la pintora modernista Agnes Pelton. Juegan a construir imaginarios que representan a la perfección la meditada vida que atravesaron en su juventud antes de abandonar su ciudad para mudarse definitivamente a Londres a desarrollar el proyecto. Esos cuartos silenciosos que se rompían a través de la suave voz de Sarah sobre teclados eléctricos vintage comprados por Ebay, líneas de bajo reconfortantes, cajas de ritmos y enérgicas baterías. El resultado, una colección de piezas que definen perfectamente la identidad de un proyecto libre, sin límites y al que le queda mucho por demostrar. Se puede hablar perfectamente de este primer álbum como un disco esencial en lo que supondrá el futuro de Drug Store Romeos ya que en él se aprecian las bases de lo que vendrá después. Aquí están los moldes desnudos del universo musical del grupo, sus raíces, ese brillo, bondad y minimalismo de las primeras canciones que representan a la perfección una etapa determinada de sus vidas que jamás volverán a sentir. Ahora el grupo está establecido en Londres, con nuevos entornos y nuevas experiencias vitales. Y eso es algo que deberá enriquecer todo lo que conocemos hasta ahora y ofrecernos un segundo trabajo que irá mucho más allá.

Grabado en London’s Eastcote Studios, el encargado de la producción y de sacarle todo el jugo a esa esencia maquetera que traían los temas de Drug Store Romeos de casa fue George Murphy (Yungblud, Ellie Goulding, Mumford & Sons). Un trabajo impecable a la hora de mantener el valor DIY del que hablábamos y la importancia de la autenticidad de un primer disco. Y, además, hacer crecer los temas hasta generar la identidad final que el grupo se merecía. No es un álbum comercial al uso, no es un disco de consumo rápido, ni está cargado de singles a la primera de cambio. Pero sí es una colección de pequeños y cuidados detalles con los que disfrutar a lo largo de todo el repertorio. Como ejemplo, esa poderosa batería en “No Placing”, el ambiente de huida que se genera en “Feedback Loop” sobre esas hipnóticas guitarras que se entrelazan a los sintes, esa pequeñita y onírica “Cycle Of Life”, o ese empuje psicodélico que es “Elevator”. A lo largo de todo el álbum la banda crece junto a nosotros e incluso se podría hablar de una cierta madurez alcanzada al final del disco y que da paso a esta nueva vida “adulta” que ahora les toca vivir alejados de esa paz protectora y esa tranquilidad tediosa que les entregaba Fleet.

Sin duda, el debut de Drug Store Romeos es uno de los más interesantes de los últimos meses. No solo por el enorme potencial que posee el grupo, ni por las referencias clásicas que pese a su corta edad oscilan sin miedo entre los setenta y los noventa, sino porque nos encontramos ante un álbum que sintetiza de una manera excepcional lo que quieren ser y lo que son a día de hoy. Poseen su propio imaginario, su propio discurso tanto musical como visual, han despertado el interés de toda la crítica y su sonido contiene ramificaciones infinitas que les pueden llevar a donde quieran. Puede que ahora “The World Within Our Bedrooms” no se valore tanto como se merece y, por supuesto, pase desapercibido fuera de un publico muy nicho. Pero, si siguen el camino adecuado, este disco puede llegar a convertirse en uno de los álbumes debut imprescindibles de los últimos años en el Reino Unido.