Deseo Concedido
Discos / Oreiana

Deseo Concedido

7 / 10
Maite Aparicio — 17-04-2024
Empresa — El Genio Equivocado
Género — pop electrónico

La década pasada, el dúo madrileño Bleset debutaba en la escena patria y por la puerta grande de la mano de “Real Fight” (18), un disco cargado de emoción y euforia discotequera que llegó a aupar a sus respectivas responsables a ciertas cuotas de reconocimiento mediático. Paralelamente a ello, en los últimos años no hemos dejado de ver a una de sus componentes, Susana Alonso, tratando de encontrar su voz por cuenta propia, luego de haber comenzado a publicar su música en solitario como Oreiana a partir de 2019. Cinco años después, un EP y varios singles mediante, Alonso redondea su particular carrera de fondo con la publicación formal de “Deseo Concedido”, su esperado debut en larga duración y un ameno pildorazo de electropop sentimental, tan válido para orquestar una rave en un polígono como una llantina en casa.

Con prevista consonancia, Alonso nos presenta aquí un proyecto de fugaz lectura (tan solo veinticuatro minutos de duración) y versátil narrativa (subidón e introspección se dan equilibradamente la mano) que hace honores al camino hasta aquí transitado por su abajo firmante. Nueve pistas, cohesivas y sólidas, tan capaces de mantener vivo el espíritu íntimo y minimalista de su producción original como de hacerse eco de esa progresiva evolución que la artista ha ido demostrando con constancia y presteza en estos años previos.

A pesar de que el disco disponga de una irremediable pátina nostálgica que inmediatamente nos remite en estilo y forma a la electrónica más dosmilera (especial mención aquí a la uniformidad lograda en la producción por Carlos René Echanique Torres), Oreiana es hija de su tiempo y así lo descubrimos en los indisimulables detalles de su relato, tan contemporáneo y deudor del presente. Un fiel testigo de los males y provechos de su generación donde la cantante encuentra el espacio idóneo para dar rienda suelta a la sinceridad (“Enciendo el móvil, tengo mil mensajes y una resaca que me quiero morir / Ayer todo eran risas, borracha en el insta y hoy me quiero dejar de seguir”, canta en “Algo”) y el desahogo empoderador (“Autoestima arriba, perreo hasta abajo”, declama en la parte más urban del disco con “Manda un DM”, firmada junto a Kela, el proyecto paralelo de su compañera en Bleset, Sara Burgo). Sin prejuicio alguno, Alonso vuelca sobre el lienzo una muy dispar línea de propuestas que le llevan a pasar de la regeneración de clásicos (“Tómbola”) al hyperpop más romántico (“KLK”), dejando por el camino colaboraciones que dignifican y complementan el todo con pertinente criterio (“Nuevo Yo”, con FUTURACHICAPOP), dibujando tras de sí la estela de un álbum liberador que pone palabras a pensamientos nunca antes expresados por la artista en su registro.

En ocasiones demasiado descarnado para la electrónica al uso y en otras demasiado agitado para el pop habitual, “Deseo Concedido” es un diagrama de Venn sonoro que encuentra su particular hueco en ese espacio común entre el frenesí y el autoanálisis, abriendo un túnel de acceso directo entre el oyente y el rico mundo interior de la artista, recolocando así el nombre de la misma en el lugar de la escena que le pertenece.

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