UTE LEMPER
Conciertos / Ute Lemper

UTE LEMPER

1 / 10
Redacción — 09-06-2000
Empresa — Project
Fotografía — Archivo

Pocas veces tenemos ocasión de disfrutar de artistas tan polifacéticos y atractivos como Ute Lemper, y es que, esta alemana, tiene esa aura poderosamente magnética, propia de artistas de otro tiempo. Y eso es algo que volvió a demostrar en su actuación en el barcelonés Palacio De La Música. Empezar a cantar y ganarse a todo el público. Sensual y felina, vestida de terciopelo rojo y altas botas negras, tremendamente simpática e irónica, demostrando sus amplias dotes de -absoluta- femme fatale de la canción. Una canción que ha evolucionado en su último trabajo, “Punishing Kiss”, hacia el pop-rock de calidad: esas pequeñas y tremendas historias de perdedores, que dejan de serlo gracias a la poderosa y apabullante interpretación (y dominio de las tablas) de Lemper. Así fluyó el brutal desgarro de “Little Water Song” de Nick Cave, o las desarmantes versiones de Tom Waits (“Purple Avenue” y “The Part You Throw Away”). Y todo ello, impecable y sutilmente acompañado de una excelente banda (dirigidos sobriamente por su inseparable Bruno Fontaine), capaces de imprimir la fuerza necesaria, al pop barroco del señor Neil Hannon (“The Case Continues”) o adaptarse a la elegante ironía de Elvis Costello (“Punishing Kiss”). También tuvo tiempo para acordarse de su pasado cabaretero, reivindicando al maravilloso dueto Dietrich-Hollaender; convertirse en una sensual y divertida vampiresa de Spolianshy, o revivir al maravilloso genio de la República de Weimar, Kurt Weill, del que deconstruyó –paródicamente- canciones como “Tango Ballad”, o las celebérrimas “Mack The Knife” y “Moon Of Alabama”. El desafío emocional, vino sin embargo, a través de su homenaje a Jacques Brel, y su estremecedora versión de “Ne Me Quitte Pas”, que elevó, aún más si cabe, su triunfo.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.