Como un tiro
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Como un tiro

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08-08-2014
Empresa — Producciones Toro
Sala — Playa de Villaricos
Fotografía — JM Grimaldi/ Dreambeach

Dos años le han bastado a Dreambeach Villaricos para asentarse en la cima de los festivales de música electrónica en España. Con un tercio de más de asistencia con respecto a 2013, Dreambeach cierra esta edición con una asistencia total de 80.000 personas entre las dos jornadas del festival, a las que habría que sumar los 20.000 dreamers que se dieron cita en la fiesta de bienvenida de la zona de acampada.
Para los que fuimos a las primeras ediciones del ya desaparecido Creamfields Andalucía las comparaciones son inevitables, pero bien es verdad que tras dos años de Dreambeach podemos afirmar que más allá de la ubicación, poco queda ya que se asemeje a aquel festival.

El pistoletazo de salida en el interior del recinto lo dio el italiano Marco Carola con un special opening set de dos horas en el escenario Dreams Tent, que a pesar del intenso calor, congregó ya a muchos festivaleros deseosos de que comenzará la que para algunos se ha convertido en la cita musical más esperada del año. Por los cuatro escenarios del recinto ubicado en la playa de Villaricos pasaron además artistas como Joseph Capriati, Adam Beyer, Pegboard Nerds, Fernanda Martins, Borgore o los españoles Paco Osuna y Cristian Varela. Mención especial a estos dos últimos que cumplieron con creces la responsabilidad de representar a la electrónica española a base de contundencia y buen techno.
Una de las actuaciones más esperadas por el público más joven era la de Krewella. Las hermanas Yousaf hicieron acto de presencia en el escenario principal a eso de las 01:30. Tras una hora de directo, dos apagones del equipo y el éxtasis provocado entre los allí presentes con algunos de sus hits como “Alive”o “Live for the Night” podemos afirmar que su actuación no pasará a la historia a pesar de ser la única este año en festivales españoles.
Tras ellas era el turno del rapero Snoop Dogg aka Snoop Lion. Su actuación generó algo de controversia entre muchos dreamers por el hecho de hacer una inversión tan grande en un rapero para un festival en el que hasta ahora primaba por encima de todo la música electrónica. Enfundado en una camiseta de Isco (Real Madrid), el rapero estadounidense dio un concierto repleto de sus temás más conocidos para, sin llegar a provocar el delirio,  divertir al público más ávido de una dinámica distinta.
Mientras tanto en el escenario Open Air San Miguel el británico Benny Page hacía las delicias de los seguidores del jungle y del drum and bass con una sesión técnicamente brillante. Le siguieron Tantrum Desire, un Flux Pavilion algo descafeinado y el capo del sello Shogun Audio, Friction.
Para cerrar la jornada del viernes el elegido fue Carl Cox. Su actuación en el escenario Dreams Tent fue una de las más aclamadas y numerosas. Con la energía a la que nos tiene acostumbrado, su sesión fue evolucionado hasta llegar a una apoteosis que no tuvo el final que esperábamos. Una hora antes de lo anunciado su directo terminaba ante la sorpresa de todos. Un error de coordinación entre las fuerzas de seguridad, autoridades y organización del festival fue el motivo de este prematuro cierre.

Para el sábado y ya con muchas horas de festival en las piernas quedaban algunas de las actuaciones más esperadas. Era el caso del live de Netsky. Sin duda uno de los mejores directos que podemos ver hoy en día y que no defraudó a nadie. La locura se instaló en el main stage de la playa de Villaricos con temas como “Running Low”, “We Can Only Live Today” o su remix al tema de Rusko, “Everyday”. Le siguió la actuación de Knife Party, que tuvo la ausencia de uno de sus componentes, Rob Swire, que se encuentra encerrado en el estudio rematando el próximo disco de la formación australiana. A pesar de ello su sesión concentró en el escenario principal a la mayoría del público, que anticipó su entrada al festival para disfrutar con una sesión que fue de menos a más y que dejó muy buenas sensaciones.
Tras ello el protagonismo pasaba a Richie Hawtin. Al canadiense se le quedaba pequeño el escenario Dreams Tent en el que no cabía ni un alfiler. Pasaron también por dicho escenario Josh Wink, Technasia & Uner o Gonçalo entre otros. No fue el caso de Maya Jane Coles, cuya actuación fue cancelada.

En el Open Air San Miguel se concentraban de nuevo, al igual que el viernes, el grueso de actuaciones de bass music. Entre ellos Black Sun Empire, Doctor P, Modestep o I Am Legion. La formación resultante de la unión de Noisia más Foreign Beggars ofreció un concierto donde tuvieron cabida temas propios, como también algunos de ambos grupos por separado. Su actuación fue digna pero quizás no llegó a cumplir las expectativas que algunos teníamos.
Volviendo al main stage era el turno de la única actuación en festivales España de W&W. Tras ellos su compatriota Armin Van Buuren, cuyo set cerró las actuaciones del sábado y que concentró a miles de festivaleros que a pesar del ya muy notable cansancio se entregaron al máximo, hasta tal punto que el holandés consiguió sentar a toda la audiencia en el suelo y hacerlos saltar por los aires en una imagen que bien define la apoteosis vivida en Villaricos. Con ello terminó la segunda edición de Dreambeach, con el ya comentado aumento de asistencia, pero con otros aspectos positivos como por ejemplo las notables mejoras en los escenarios, la ampliación de la zona de acampada o el aumento de lanzaderas. Por otro lado las quejas de los vecinos van en aumento, pero de momento son silenciadas con los siete millones de euros de impacto económico del festival en la zona. Todos contentos entonces.

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