Como muy bien indicaba Eduardo Izquierdo en la crítica del primer volumen de “Heathen” publicada en esta misma web, la obra personal de la artista norteamericana Natasha Alterici se ha etiquetado como fantasía LGBT+, por su temática, pero es también un canto a la libertad de cualquier tipo y, por supuesto, un excelente cómic sobre el camino del héroe; al estilo, aunque menos preciosista de dibujo, del “Monstress” de Marjorie Liu y Sana Takeda.
En el primer tomo, tras la expulsión de la vikinga Aydis de su pueblo tras haberse descubierto que se había besado con otra chica, este personaje fuerte y tierno llegaba a las tierras de Freyja, la diosa de la fertilidad y el amor, esposa de Odín; quien tenía un pequeño reino refugio para todos aquellos hijos de Odín que se oponían a sus férreas leyes patriarcales. Ahora debe continuar su senda para encontrar su destino, esta vez camino de Heimdall, la entrada mágica de la tierra de los dioses. Como en toda obra heroica mitológica, Aydis es la pieza de disputa de los dioses: Odín, Freyja y otros, en este caso.
Alterici introduce en este segundo volumen a un grupo de mujeres marinas libertadoras de esclavas y a unas taimadas sirenas, quienes ayudaran a su protagonista a llegar a su objetivo. El segundo volumen de este “Heathen-Pagana” es más coral y ágil que los anteriores cuatro números, pero gráficamente es menos efectivo artísticamente, sobre todo en los números que suceden en el barco, donde Alterici casi no dibuja fondos. Se nota que estos números han sido dibujados ya en una editorial, con entregas mensuales, y no con el tiempo del Kickstarter de los primeros tres números. La periocidad mensual resta detalle y color a la obra, pero la historia sigue emocionando como el primer día.
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