Gideon Falls 2. Pecados originales / Royal City 2. Sonic Youth
Comics / Jeff Lemire

Gideon Falls 2. Pecados originales / Royal City 2. Sonic Youth

8 / 10
Joan S. Luna — 10-12-2019
Empresa — Astiberri

Imaginarse los distintos universos que deben convivir en la cabeza del prolífico Jeff Lemire se me antoja como una tarea estresante y complicada en sí misma. Si atendemos a la variedad de registros que muestra en su producción más reciente, resulta complicado hacerse una idea de cómo puede el canadiense saltar de uno a otro sin que ninguna de sus historias se resienta. Desde la ciencia ficción a la novela negra o el drama familiar, todos sus mundos encajan siempre con precisión y con una solidez que apenas deja vislumbrar resquicios por los que se cuelen las dudas. Cualquiera de sus últimos trabajos serviría como ejemplo, pero el que coincidan prácticamente en tiempo y en espacio dos series como “Gideon Falls” y “Royal City” no hacen más que confirmar que las cosas son como se las estoy contando.

Acompañado o en solitario, Lemire se está sacando de la manga dos series que se disfrutan con suma facilidad y que impacientan a uno de cara a la publicación de los volúmenes siguientes. Por un lado, su tándem junto a Andrea Sorrentino –con quien ya coincidió en “Green Arrow”, sin ir más lejos– nos está brindando un buen puñado de inquietantes momentos en ese thriller rural y también sobrenatural que es “Gideon Falls”. A medio camino entre el american gothic, el Stephen King menos pirotécnico y la asfixiante oscuridad de la primera temporada de la serie televisiva “True Detective”, “Gideon Falls” nos atrapa ofreciéndonos la información con mesura, abriendo frentes sin que todavía nos hayamos podido agarrar a un buen asidero que nos muestre el lugar en el estamos frente a lo que se nos está contando. Lemire nos abandona frente a una tormenta de misterio, desvaríos mentales, preguntas sin respuesta y fenómenos paranormales. Imaginamos qué es lo que ocurre con el granero negro alrededor del que se centra la historia, pero andamos tan perdidos como sus protagonistas, sólidos y con mucha fuerza de voluntad, aunque desorientados frente a la situación que les ha tocado vivir. Si a eso le sumamos saltos temporales y espaciales, la trampa para nosotros, lectores inocentes, está servida. A mí me tiene enganchado, veremos qué tal se desenvuelve la historia en próximos tomos.

Pero como andaba diciendo unas líneas más arriba, Lemire no es un tipo que se contente con guionizar (y en este caso también dibujar) el mismo tipo de historia. Por eso, lo que nos cuenta en “Royal City” apenas guarda relación con cualquiera de las restantes obras del autor que está publicando Astiberri en nuestro país. En cambio, sí mira directamente al universo que dibujó y escribió años atrás en la imprescindible trilogía de “Essex County”, desplegando una galería de personajes atrapados por los límites imaginarios de una ciudad de la que no pueden escapar.

En “Royal City 2. Sonic Youth”, Lemire nos lleva al pasado para que vivamos de cerca la angustia vital y el desencanto que llevaron a Tommy a su fin. Aunque más que esos motivos, el principal interés de este volumen está en entender la relación existente con cada uno de sus hermanos y con su padre. Solo así entenderemos la onda expansiva de las distintas formas de dolor, culpabilidad y añoranza que sentían los distintos personajes en “Royal City 1. Familia directa”. Nuevamente, Lemire maneja el ritmo y la información que nos va dispensando paso a paso con mano diestra y con plena conciencia de que no podremos abandonar unas páginas en las que la culpabilidad, los pecados y los remordimientos impiden a los personajes convertirse en las personas que quizás querrían ser.

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