El futuro es brillante

Partimos de una dinámica conocida por todos: fin de una relación larga, me abro Tinder. Hay match y a partir de aquí puede pasar de todo. A la protagonista de esta historia, por lo menos, sí que le pasa de todo: ghostings de lo más inverosímiles, relaciones tóxicas y todo con un trasfondo de idas y venidas a China por trabajo. Son tantas las experiencias que más allá de quedarse en una conversación de bar con amigos, la protagonista decide convertirlas en una cuenta de Instagram (@elfuturoesbrillante) que ya ronda los cuarenta y cinco mil seguidores.

“El futuro es brillante” se convierte en papel para contarnos la historia de Elena Riera, un cómic de metaficción (como la propia autora indica) en la que no falta la ironía, el saber reírse de uno mismo y una mirada audaz a la forma en la que nos relacionamos hoy.

El formato de webcómic por entregas en Instagram hace que la historia se vuelva adictiva. En apenas pocas viñetas Riera es capaz de mantener la intriga, una de las claves por las que tantos se engancharon a su narrativa, sumada a la autenticidad del relato. Como lectores, acompañamos a la protagonista a través de sus descubrimientos, sus días buenos y malos, sin caer ni en el teledrama de una tarde de domingo y con un punto optimista muy lejos del falso optimismo de una comedia romántica.

A medida que avanza la historia, la metaficción de “El futuro es brillante” acaba enredándose con la cotidianidad de la autora, llegando a dar algunos de los giros más divertidos de la historia. Y la historia continúa, a veces tan real que parece mentira, como la vida misma.