Che / Evita
ComicsH.G. Oesterheld, Alberto Breccia, Enrique Breccia

Che / Evita

7 / 10
José Martínez Ros — 15-06-2025
Empresa — Reservoir Books

Los que ya peinan canas recordarán que en los años setenta y ochenta eran muy habituales las ediciones de “biografías ilustradas”. Estas consistían de un relato abreviado y veloz de la vida de algún personaje importante del pasado en formato cómic. La narración, normalmente en tono muy positivo, de las hazañas, triunfos y sinsabores del protagonista se complementaba con vistosas recreaciones visuales de los momentos culminantes de su existencia. El que esto escribe recuerda que, en su infancia leyó varias que rondaban por su casa, herencia de sus hermanos mayores. Y es probable que, muchos años más tarde, recuerde más de las vidas de Alejandro Magno, Marie Curie, Mahoma o Vasco Núñez de Balboa por esos tomitos que por ningún libro o documental al que llegara después.

El origen de este cómic doble que ahora recupera Reservoir Books sería ese si no fuera por a) unas circunstancias dramáticas y b) el talento de los responsables. En 1967, Jorge Álvarez, un editor argentino tuvo la idea de iniciar una colección de este tipo que iba a estar protagonizada por grandes personalidades de Latinoamérica. Lo particular es que encargó el guion de las primeras dos biografías a nada menos que Héctor Germán Oesterheld, el autor de El Eternauta y el “Sargento Kirk”. Y que la elección de los primeros personajes era toda una provocación en la Argentina de entonces, puesto que, desde hacía un año, el ejército estaba en el epoder. Los designados para inaugurar la colección fueron Ernesto “Ché” Guevara, que unos pocos meses atrás había muerto en las sierras de Bolivia, liderando un grupo de guerrilleros, y el otro gran mito argentino del siglo XX, Evita Perón. Para los militares que gobernaban el país con puño de hierro, ambos representaban todo cuanto odiaban y perseguían.

El guionista no se acobardó. Él mismo propuso que del dibujo se encargara a otro titán del cómic hispanoamericano, el uruguayo Alberto Breccia, con quien ya había realizado una obra maestra llamada “Mort Cinder”. En esta ocasión, colaboró con su propio hijo, Enrique Breccia, el cual debutó profesionalmente con estos “biopics” comiqueros, antes de convertirse él mismo en una leyenda del noveno arte.

Para sortear la censura, cuando la vida del Ché apareció en las librerías, en 1969, se indicaba que pertenecía a un sello editorial ficticio. Álvarez también sugirió a los autores que sus nombres no estuvieran en la cubierta, que se lanzara como una obra anónima. Oesterheld, en un arranque de valentía, insistió en que su nombre sí figurara (no debemos olvidar que, años más tarde, el gran guionista sería asesinado por la criminal dictadura de Videla, que también mató a sus cuatro hijas). Pero esos subterfugios no impidieron que la policía acabara por asaltar la editorial y secuestrara todos los ejemplares que no estaban todavía en circulación.

Las dos biografías tienen un tono bastante distinto. La más poderosa artísticamente es la primera, la del Ché. Nos lo presenta en sus últimos días, en sus últimos días en Bolivia, cada vez más aislado y perseguido (el escenario de “Che: Guerrilla”, la segunda de las dos magníficas películas que Steven Soderbergh dedicó al personaje”). Poco a poco, va recordando su vida, el camino que llevó a un niño de provincias argentino a convertirse en un mito revolucionario para millones de personas de todo el planeta. El dibujo violento, expresionista, con grandes volúmenes de negro, de los Breccia, combina a la perfección con el tono poético y trágico del guion de Oesterheld. En comparación, el cómic sobre Evita es más convencional y se ajusta más al modelo de una “biografía gráfica” de la época, con un dibujo que se limita ilustrar los largos textos informativos, sin apenas secuencias narrativas.

Es probable que “Evita”, por sí sola, no merezca los honores de la lujosa edición de Reservoir Books. Pero la biografía (o hagiografía) de Ernesto Guevara que la acompaña vale su peso en oro.

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