Entrañable origen el de la sinopsis de esta historieta gráfica. La cosa va de que al novelista checo Jaroslav Rudis le apetece explicar en forma de cómic la historia de su abuelo ferroviario. ¿Por qué? Pues porque ya lo había hecho en novela convencional o incluso en cine, ya que en 2011 se había estrenado la película animada que podríamos considerar génesis –o ¿es al revés?– de este tomo. Un volumen que no es nuevo, de hecho en la República Checa se hinchó a vender copias a principios de siglo, pero que ahora nos llega, por fin traducido.
Explicado así, entiendo que la cosa pueda parecer que no tiene demasiada gracia, pero es que el abuelo de Rudis no era solo ferroviario, sino que su trabajo le permitió sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial y a la Guerra Fría, inmerso en pleno régimen comunista. Recordemos que en aquella época, los trenes eran no solo el principal medio de transporte sino también de abastecimiento y hasta de comunicación. Y eso es lo que se articula mediante un dibujo en blanco y negro que combina páginas cargadas de texto con otras totalmente “limpias”, cosa que da un buen ritmo a la obra. Así que si sois de los que no huyen del conocer las partes más cruentas de la historia de nuestro tiempo, esta es una buena manera.
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