Resistance Fighters

En este periodo de cuarentena, Filmin ha apostado como una de las novedades de la semana por “Resistance Fighters”, un docu-thriller que trata un tema tan a la orden del día –y tan interesante– como el de combatir las pandemias en un mundo globalizado.

“Resistance Fighters” se centra en la lucha de varios científicos de diferentes partes del mundo por sensibilizar a las autoridades políticas acerca del peligro que siguen suponiendo las infecciones bacterianas y, sobre todo –y es ésta la novedad de este documental–, acerca de la inmunidad que las bacterias desarrollan ante los antibióticos debido al mal uso que el ser humano hace de éstos.

Partiendo de una premisa tan singular y con tanto potencial, “Resistance Fighters” falla en cuanto al ritmo y a su capacidad para hacer un documental atractivo teniendo tan buen tema entre manos. El guion carece de gancho.

La elección de los protagonistas, algo incluso más importante cuando hablamos de no ficción que de una película al uso, es cuestionable. Los casos de pacientes que se han visto en problemas por la mala praxis a la hora de gestionar algo tan vital como los antibióticos son relevantes, pero están tratados de una manera superficial, quedándose en los aspectos más técnicos y sin profundizar en sus historias personales. Algo que no es necesario pero que sería de agradecer.

En el caso de los expertos nos encontramos con tres cuartas partes de lo mismo. Los entrevistados son grandes profesionales en sus campos, que se adelantaron al resto apuntando problemas tan comentados en plena crisis del Coronavirus como el hacinamiento de animales en malas condiciones en China u otros países del sudeste asiático, o el descuido de las autoridades políticas ante posibles casos de pandemias globales. El problema es que el espectador medio, probablemente, tenga que esforzarse excesivamente para entender todo lo que comentan estos científicos. No es un documental con ánimo divulgativo. Peca de descuidado, ya que en una propuesta de este tipo que el mensaje llegue a cuanto más público –y lo más hondamente posible– es fundamental.

El descubrimiento del uso y abuso constante de los antibióticos por parte de la industria cárnica, aún sabiendo que pueden poner en peligro a todos los consumidores de sus productos y provocar hasta diez millones de muertos al año si las bacterias siguen haciéndose inmunes a los medicamentos habituales, así como el (este sí) didáctico repaso por la historia de los antibióticos, un avance tan asumido por todos pero tan importante en nuestra vida moderna como Internet, son el punto álgido de un documental que acierta en la historia que quiere contar pero no en la forma de contarla. Como si se hubieran quedado sin ideas en la sala de montaje.

Un documental oportuno. Merece la pena verlo en el contexto actual para saber por dónde pueden venir, en un futuro que ya está aquí, los problemas en la aldea global en la que vivimos.