Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro

Cine - Series / Junji Ito

Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro


8 / 10
Fran González — 27-01-2023
Empresa — Netflix
Fotografía — Cartel de la serie

A pesar de las múltiples formas que el terror puede adoptar y de lo subjetivo que éste puede llegar a ser, el legendario mangaka japonés Junji Ito parece conocer como la palma de su mano todas y cada una de las maneras habidas y por haber de helarnos la sangre. Al icónico autor de obras tan relevantes como “Uzumaki”, “Tomie” o “Gyo” no le hacía falta seguir dándonos razones para categorizarle como uno de los maestros del horror gráfico por excelencia, pues en las últimas tres décadas ya ha dejado patente a través de relatos, películas, obras teatrales y videojuegos su habilidad para trabajar los temores más cotidianos del ser humano, sin recurrir a manidos tópicos del género y con un estilo propio que le hace único. Sin embargo, y de la mano de Netflix, parte de ese estrambótico y atroz universo suyo queda ahora grabado en su formato más accesible con “Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro”, una nueva antología de doce capítulos adaptados e inspirados en diferentes historias cortas del autor y que gracias a la fluidez de su corte autoconclusivo sentiremos que sus cinco horas de duración son del todo insuficientes.

Tanto si eres un recién llegado al universo de Ito como si de lo contrario eres ya un fan consagrado del autor, los doce pases que la serie nos ofrece servirán acertadamente para darnos un atracón épico en el que fascinación, incomodidad, confusión, espanto y sobrecogimiento se darán la mano. Y es que a pesar de la brevedad de sus episodios y de que la versión animada de sus relatos siga estando a años luz del placer que supone leer a Ito, la destreza narrativa del autor sigue presente en esa forma que tiene de presentarnos unos hechos desagradablemente surrealistas y protagonizados por unos carismáticos personajes que de forma tan inmediata consiguen calar todas nuestras atenciones. 

Con recursos que van más allá de esos lugares comunes del terror que poco o nada logran ya el efecto esperado, las perturbadoras historias de “Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro” abarcan con gran diversidad todos los paradigmas de su estilo, desde el body horror más repulsivo (“El autobús de los helados”, “La guarida del demonio del sueño”), su particular y escalofriante obsesión con las cabezas (“Las fotografías de Tomie”, “Los globos de la horca”, “Las estatuas sin cabeza”), o ese costumbrismo grotesco no apto para estómagos sensibles (“Moho”). Todo ello remarcado por su emblemático simbolismo y ese abecé que no puede faltar nunca en su imaginario (rostros demacrados, pinceladas sutiles de humor negro, y las elucubraciones de una vida más allá de la terrenal).

Atados de la mano de un epílogo de lo más personal que, tras cada episodio, veremos ampliarse regularmente a modo de prórroga, los diferentes capítulos de “Junji Ito Maniac: Relatos japoneses de lo macabro” confirman nuestras sospechas de que éste iba a ser el estreno más codiciado de la temporada por los amantes de la animación japonesa. En duda queda sentenciar si es la mejor adaptación que se ha realizado hasta la fecha del universo de Junji Ito (ahí están esas limitaciones estéticas que vemos presentando en ocasiones una animación rudimentaria y un tanto estática), pero desde luego sí es la que al menos mejor condensa todas las aristas y recursos que han hecho de su narrativa la más sobrecogedora del manga actual.

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