Dahmer
Cine - Series / Ryan Murphy & Ian Brennan

Dahmer

7 / 10
Pablo Tocino — 04-10-2022
Empresa — Netflix
Fotografía — Cartel de la serie

Recibí la noticia de que Ryan Murphy planeaba una serie sobre el asesino en serie Jeffrey Dahmer como buena y mala a la vez. Buena porque Murphy venía de, en “Versace”, plantear por encima interesantes apuntes sobre la relación de la homofobia interiorizada, la represión y la soledad de Andrew Cunanan con sus crímenes, algo que en la enferma mente de Dahmer estaría multiplicado por mil. Mala porque Murphy está obsesionado con el glamour, el estilo y la fama, tres aspectos que en el caso del carnicero de Milwaukee importan más bien poco, pese a que en otros asesinos en serie no sea así. Y porque su historia es lo contrario a glamourosa; esto requería de una oscuridad y una suciedad que Murphy nunca había mostrado en sus creaciones, por muy perversas que fueran. De hecho, aunque “Dahmer” sea lo más oscuro que ha hecho Ryan Murphy, se queda corto y deja claro que la película/serie definitiva sobre esta historia está aún por hacerse. También estaba claro que no iba a ser en Netflix.

Uno de los problemas que tiene “Dahmer” es que no se decide entre ser una serie sobre Jeffrey Dahmer, con todo lo que ello implica, o una serie sobre sus víctimas, un propósito muy digno y probablemente necesario pero que es eso, otra serie. Su traca final –en la que participa Gregg Araki– es claramente esto segundo, y es una pena porque, de ser una serie independiente sobre las víctimas, probablemente funcionaría mucho mejor; aquí resulta algo bastante caótico, que para empezar no llega a darle a sus víctimas la profundidad y dignidad que merecerían (de hecho, ha habido quejas de familiares), y para colmo desdibuja lo conseguido con su protagonista llegando a ridiculizarle de manera bastante obvia. Porque Dahmer ya era una persona ridícula; el subrayado burdo parece hecho en un intento de darle dignidad a las victimas y de subrayarnos que el malo es él. Y, joder, después de todo lo que nos han mostrado, si hay espectadores que le ven como el bueno... el problema está en esos espectadores.

El capítulo seis es el único momento en que esta mezcla funciona, y realmente lo digo con la boca pequeña porque –sin hacer spoilers– la historia de Tony se usa para explicar a Dahmer. Es una joya narrativa, eso sí. Y te deja fatal, eso también. Lo cual nos lleva a esa “otra serie”, la que se supone que es la serie en sí, la centrada en Dahmer. Y, pese a las limitaciones que comentaba al principio del artículo, esta serie es bastante mejor. No tanto por Murphy y su equipo (el mencionado Brennan, pero también Paris Barclay, Carl Franklin, Clement Virgo y la hijísima Jennifer Lynch en la dirección, y Janet Mock, David McMillan, Reilly Smith y Todd Kubrak en guión), que hacen un trabajo decente pero incompleto en la construcción de la atmósfera, sino por un Evan Peters que entrega la mejor interpretación de su carrera hasta el momento. Si alguien me dice a partir de ahora que no le toma en serio, me costará a mí tomarme en serio a esa persona.

Porque Peters ya hace tiempo que demostró no ya “no ser solo una cara bonita”, sino ser muy buen actor, pero lo que hace aquí le coloca perfectamente a la altura de asesinos interpretados por los grandes. El manejo de la tensión en el magnifico primer episodio llega aún más arriba con Peters, que pasa directamente a matarnos de miedo al decir la (verídica) frase del corazón. Pero es que no es solo mal rollo: en su construcción del monstruo hay un auto-odio y una vulnerabilidad sin los que sería imposible luego empatizar como, para nuestra sorpresa, nos descubrimos empatizando en algún momento. Si ya es tremendamente difícil conseguir esta reacción con un personaje tan oscuro, el reto es mayor si se trata de alguien tan instalado en el imaginario popular. No todo es de Peters, claro, el estupendo trabajo de Richard Jenkins (curiosa la elección para este rol del patriarca de “A dos metros bajo tierra”, y a su vez “padre” de Dexter Morgan), Rodney Burford, Niecy Nash, Molly Ringwald, Penelope Ann Miller y Michael Learned redondea el apartado interpretativo, y la banda sonora a cargo de (nada más y nada menos) Nick Cave y Warren Ellis acentúan lo inquietante del asunto. Con estos mimbres pero un objetivo más claro (y un nombre más adecuado tras las cámaras), “Dahmer. Monster: The Jeffrey Dahmer Story” podría haber sido una serie excelente, en lugar de solo alcanzar la excelencia en algunos momentos. Pero, ciertamente, logra alcanzarla, y solo por eso ya es recomendable.

 

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